jueves, 23 de marzo de 2023

CAMINO DE CONFIANZA Y AMOR

 

"Hermano mío, eso es lo que pienso de la justicia de Dios; mi camino es todo de confianza y amor, no comprendo a las almas que tienen miedo de un amigo tan tierno. A veces, cuando leo ciertos tratados espirituales en los que se presenta la perfección a través de mil dificultades, rodeada de una multitud de ilusiones, mi pobrecito espíritu se fatiga muy pronto, ciero el sabio libro que me rompe la cabeza y me reseca el corazón, y tomo la Escritura santa. Entonces todo me parece luminoso, una sola palabra descubre a mi alma horizontes infinitos, la perfección me parece fácil y veo que basta reconocer la propia nada y abandonarse como un niño en los brazos de Dios".

Teresa de Lisieux, Carta # 226

 al P. Adolfo Roulland (9 de mayo de 1897).

miércoles, 15 de marzo de 2023

MARÍA Y JOSÉ EN "LAUDATO SI"

"María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Así como lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder humano. Ella vive con Jesús completamente transfigurada, y todas las criaturas cantan su belleza. Es la Mujer "vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza" (Ap 12,1). Elevada al cielo, es Madre y Reina de todo lo creado. En su cuerpo glorificado, junto con Cristo resucitado, parte de la creación alcanzó toda la plenitud de su hermosura. Ella no sólo guarda en su corazón toda la vida de Jesús, que « conservaba » cuidadosamente (cf Lc 2,19.51), sino que también comprende ahora el sentido de todas las cosas. Por eso podemos pedirle que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios
Junto con ella, en la familia santa de Nazaret, se destaca la figura de san José. Él cuidó y defendió a María y a Jesús con su trabajo y su presencia generosa, y los liberó de la violencia de los injustos llevándolos a Egipto. En el Evangelio aparece como un hombre justo, trabajador, fuerte. Pero de su figura emerge también una gran ternura, que no es propia de los débiles sino de los verdaderamente fuertes, atentos a la realidad para amar y servir humildemente. Por eso fue declarado custodio de la Iglesia universal. Él también puede enseñarnos a cuidar, puede motivarnos a trabajar con generosidad y ternura para proteger este mundo que Dios nos ha confiado".

Francisco, LAUDATO SI # 241-242

jueves, 9 de marzo de 2023

SEÑORA DEL SILENCIO (UNA ORACIÓN A MARÍA)

"Madre del silencio y de la Humildad
tú vives perdida y encontrada en el mar sin fondo del Misterio del Señor. 
Eres disponibilidad y receptividad. 
Eres fecundidad y plenitud. 
Eres atención y solicitud por los hermanos. 
Estás vestida de fortaleza. En ti resplandecen la madurez humana y la elegancia espiritual.
 Eres señora de ti misma antes de ser señora nuestra. 
No existe dispersión en ti. En un acto simple y total, tu alma, toda inmóvil, está paralizada e identificada con el Señor. 
Estás dentro de Dios, y Dios dentro de ti. 
El Misterio Total te envuelve y te penetra, te posee, ocupa e integra todo tu ser. 
Parece que todo quedó paralizado en ti, todo se identificó contigo: el tiempo, el espacio, la palabra, la música, el silencio, la mujer, Dios.
 Todo quedó asumido en ti, y divinizado. 
Jamás se vio estampa humana de tanta dulzura, ni se volverá a ver en la tierra mujer tan inefablemente evocadora. 
Sin embargo, tu silencio no es ausencia sino presencia. 
Estás abismada en el Señor y, al mismo tiempo, atenta a los hermanos, como en Cana. 
Nunca la comunicación es tan profunda como cuando no se dice nada, y nunca el silencio es tan elocuente como cuando nada se comunica. 
Haznos comprender que el silencio no es desinterés por los hermanos sino fuente de energía e irradiación; no es repliegue sino despliegue; y que, para derramar riquezas, es necesario acumularlas. 
El mundo se ahoga en el mar de la dispersión, y no es posible amar a los hermanos con un corazón disperso. 
Haznos comprender que el apostolado, sin silencio, es alienación; y que el silencio, sin apostolado, es comodidad. 
Envuélvenos en el manto de tu silencio, y comunícanos la fortaleza de tu Fe, la altura de tu Esperanza y la profundidad de tu Amor. Quédate con los que quedan, y vente con los que nos vamos. 
¡Oh Madre admirable del Silencio!". 

Ignacio Larrañaga, El silencio de María

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...