martes, 6 de julio de 2021

VIDA DE TERESA: "LA VERDAD DE CUANDO NIÑA" (Capítulos 1-3)

Cuando queremos leer de una manera más pausada y reflexiva un texto cualquiera, es útil disponer o preparar unos esquemas que nos ayuden a tener una visión más amplia del camino a recorrer, y unas señales que nos permitan captar mejor lo esencial del contenido. Vamos a intentar ofrecer aquí unas pautas generales de lectura para los tres primeros capítulos de la VIDA de santa Teresa.

PRIMER CAPÍTULO: Teresa niña. En su casa, huérfana de madre. Teresa comienza a contar su vida; tiene 50 años de edad cuando relata estos primeros episodios, acaecidos entre los seis y los catorce años de edad. Pero es joven de alma Hace poco más de diez años, se ha convertido de raíz, y ha renacido a una vida nueva. ella misma es persona nueva. Al evocar el cuadro de la infancia, lo llena de luz y de amor. Sin sombras. Dios lo hizo todo bueno para Teresa, le ofreció todo para que ella tocará el cielo. Está secretamente convencida de que la vida que estrenó de niña tenía un sentido profundo, y la búsqueda de ese sentido servirá para enhebrar los episodios. Así lo dice ella cara a cara con Dios en la primera oración del libro, su soliloquio en el número 8.

ESQUEMA DEL CAPÍTULO
- Del 1 al 4, el hogar. Personas que lo componen.
- Del 4 al 7, ella y su niñez, las primeras lecturas y la fuga, los juegos y prácticas piadosas, perdida de la madre y acogida de la Virgen.
- El número 8, todo lo anterior se vuelve motivo de oración.


CRONOLOGÍA: de 1521 a 1529. Desde el "despertar" de Teresa a los 6 o 7 años, hasta la orfandad, cuando va a cumplir los 14.

Es importante señalar que el relato de Teresa no es mera historia recordada, sino revisada e interpretada a la luz de la fe, y por eso adquieren los acontecimientos un nuevo significado desde el momento de madurez, humana y espiritual, que la autora vive.
Algunos autores han señalado que este primer capítulo de VIDA puede leerse simbólicamente en paralelo con el relato de la creación en Génesis; Dios lo ha hecho todo bueno en Teresa. Ella describe su hogar, su familia y su niñez como una especie de paraíso original.

A diferencia de Ignacio de Loyola, que comienza su autobiografía hablando de la guerra en la que fue malherido, Teresa comienza por su hogar y el calor que en él recibió; describe magistralmente a sus progenitores: él, caballero cristiano, y ella, mujer sufrida. En el hogar recibió el amor a los libros, y también conoció de problemas y percances. Habla de sus hermanos, de sus juegos infantiles; incluso los momentos tristes los describe sin mucho dramatismo. 

 Cuando Teresa escribe ya nadie de su familia vive en Ávila, y la casa en la que vivió su infancia se ha perdido; sus padres y su hermana mayor ya fallecieron, y casi todos sus hermanos andan por América; allá han muerto dos de sus preferidos. Todo eso facilita la imagen idílica que ofrece aquí la Santa. 

Teresa habla siempre de sus lecturas; empezó muy joven a leer, cosa no frecuente en su tiempo. Los libros que narraban las vidas de los santos, con viñetas representativas de sus hazañas, colmaban la imaginación infantil, y funcionaban como en época más reciente lo harían los comics.

 No olvidar que así como Teresa cuenta, también calla cosas de su infancia: no habla del enojoso episodio familiar, el pleito de hidalguía que llevó su familia, con las connotaciones de ascendencia judaizante. Tampoco habla de los muchos avatares de sus hermanos por las Indias. 

Finalmente decir algo sobre la piedad mariana de Teresa: según la tradición, era una imagen de la Virgen de la Caridad, conservada ahora en la catedral de Ávila. Teresa asocia a la Virgen con su madre, pues fue esta la que le enseñó a rezar y ser devota de María, y del rezo del Rosario. Termina extendiendo la protección que en aquel momento le pide al resto de su vida. 

"¡Oh Señor mío!, pues parece tenéis determinado que me salve, plega a Vuestra Majestad sea así; y de hacerme tantas mercedes como me habéis hecho, ¿no tuvierais por bien -no por mi ganancia, sino por vuestro acatamiento- que no se ensuciara tanto posada adonde tan continuo habíais de morar? Fatígame, Señor, aun decir esto, porque sé que fue mía toda la culpa; porque no me parece os quedó a Vos nada por hacer para que desde esta edad no fuera toda vuestra. Cuando voy a quejarme de mis padres, tampoco puedo, porque no veía en ellos sino todo bien y cuidado de mi bien. Pues pasando de esta edad, que comencé a entender las gracias de naturaleza que el Señor me había dado, que según decían eran muchas, cuando por ellas le había de dar gracias, de todas me comencé a ayudar para ofenderle, como ahora diré".


El SEGUNDO CAPÍTULO de VIDA cuenta la adolescencia y primera juventud de Teresa, amistades, peligros y colegio. Cuenta el paso de Teresa a través de sus años de adolescencia, y lo hace en dos tiempos o momentos: primero en el hogar y luego fuera de él. Recoge más o menos de los 13 a los 16 años de Teresa, que en el siglo XVI no era tan diferente como vemos a lo que supone hoy el paso por la adolescencia y la juventud, a pesar de que son sociedades y contextos muy diversos. Teresa echa en falta la figura materna, y empieza a ceder, como es habitual, a influjos exteriores: parientes y amistades. También habla de lecturas que le distraían el entendimiento. Todo lo anterior va creando un clima negativo a ojos de su padre, quien, llegado un momento, decide intervenir y enviar a Teresa a un colegio o internado que tenían unas monjas en la misma ciudad de Ávila.

Así Teresa abandona por vez primera la casa paterna y se abre a una nueva realidad, nuevo ambiente, nuevas amistades, nuevos horizontes. El valor de la amistad supone parta Teresa un sendero útil para descubrir un nuevo sentido para su vida, para despertar a nuevos interrogantes interiores, y para alumbrar también su camino vocacional.


ESQUEMA:
-Números 1-6: Factores de la crisis. Lecturas y doña Beatriz, los primos, la prima, las criadas. Atención y concentración en su propio físico. Desasosiego de Teresa.
- Números 6-10: Proceso de recuperación, superación del desasosiego; el amor de su padre, y su decisión de alejarla de la casa. Vida y amistades nuevas en el colegio. Encuentro con una buena maestra.
- A lo largo de todo el capítulo Teresa hace pausas de reflexión sobre las amistades juveniles, el rol de la familia y la fragilidad de ese período de la vida,  alternadas con el relato.


CRONOLOGÍA: Entre 1529 y 1532.

Si el capítulo primero hacía el lugar de Génesis creacional en la historia de Teresa, el segundo vendrá a referirnos lo que Génesis 3, la tentación y la caída. Teresa enumera los errores cometidos en esa etapa de su vida, y reconoce al mismo tiempo algunos elementos positivos para el crecimiento adecuado de la persona. Otra vez señalamos aquí que el relato de Teresa no es mera historia recordada, sino revisada e interpretada a la luz de la fe, y por eso adquieren los acontecimientos un nuevo significado desde el momento de madurez, humana y espiritual, que la autora vive. Algunos de los errores que Teresa se apunta son propios de la edad que tenía Teresa en aquel entonces, y propios también del proceso de maduración de todo ser humano. Indudablemente el salir de su círculo familiar y relacionarse con otras personas formó parte del proceso de crecimiento y maduración de Teresa.

Lo importante es que los acontecimientos le hacen recobrar aquel deseo de verdad, abriéndola a nuevas experiencias. Señalemos tres aspectos finalmente: los libros de caballería, el tema de la honra y el colegio en el que internan a Teresa. Los libros de caballería eran las novelas de aquel tiempo, que hablaban de caballeros y damas, de armas y amoríos, y desde el punto de vista moral no gozaban de buena fama, por eso se oponía Don Alonso a su lectura. Indudablemente, a pesar de lo que ella dice, esas lecturas contribuyeron s su formación literaria y a su ser de escritora. En cuanto a la honra, era un valor social equivalente a la fama, al buen nombre, a la reputación moral; es un tema que acompaña a Teresa y sus libros: "la negra honra", que a menudo frena para no hacer lo que pide Dios. Finalmente, el colegio al que ingresa Teresa es el de las monjas agustinas, extramuros de Ávila; solía acoger a damas de la nobleza, educándolas en labores femeninas y las prácticas religiosas (nada de formación intelectual o cultural). Reproducían el modelo de mujer de la época. 


TERCER CAPÍTULO
: Seguimos leyendo la autobiografía espiritual de Teresa, y ofrecemos ahora un esquema general para el tercer capítulo de VIDA. Aquí trata Teresa de la lucha por su vocación, los nuevos amigos que encontró y sus enfermedades. Año y medio vivido en el colegio, entre los 15 y los 17 años de edad

Luego se dilata el horizonte teresiano, su primer viaje largo, hasta Hortigosa y Castellanos de la Cañada. El núcleo del capítulo es su propia vocación, que brota al contacto con una palabra del evangelio, al calor de las nuevas amistades, y en la lectura de libros fuertes (San Jerónimo), entre luchas y resistencias interiores, entre amor y temores, hasta rendirse a la enfermedad. Pero ahí también encuentra Teresa la fortaleza para hacerse fuerza a sí misma con la ayuda de Dios. Como en capítulos anteriores, Teresa incluye en el relato una emotiva oración.


ESQUEMA:
- Números 1-2: vida en el colegio. Renacer de Teresa.
- Números 3-4: enfermedad y viaje. Oración.
- Números 5-7: lucha por la vocación. Redescubre la verdad de cuando niña, tres meses de batalla para determinarse, oposición de su padre.


CRONOLOGÍA: entre 1530 y 1532.

En este capítulo Teresa habla de su amistad con una religiosa y de cuánto le ayudó para volver al camino de la verdad. Así como antes hablaba de la influencia de malas compañías, aquí se trata de una buena amistad y su influencia en Teresa. Dice: "Comencé a rezar muchas oraciones vocales y procurar con todas me encomendasen a Dios, que me diese el estado en que le había de servir".

La enfermedad es también una prueba importante en el camino de Teresa. Teresa ha de volver a la casa de su padre, y en el ambiente familiar vuelve a encontrar a un tío suyo, hermano de su padre, hombre muy espiritual y de convicciones profundas, que dejó huella en Teresa con sus conversaciones, ejemplo y lecturas. Teresa ha de vencer sus propios prejuicios con respecto a la vida religiosa, y sus temores sobre su poca fortaleza para resistir las exigencias de dicha vida. Al final, consigue superarlo todo, y hablar con su padre para pedirle el permiso para entrar en el convento de Carmelitas de Ávila. Permiso que su padre le niega.

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...