miércoles, 4 de diciembre de 2019

CAMINANDO CON TERESA (14): ORAR ES DECIR "PADRE" CON JESÚS...

Entremos entonces en esta parte de CAMINOcapítulo 27, recordando tres cosas:

1. Este capítulo continúa con el tema del recogimiento, que seguirá también en los siguientes capítulos, 28 y 29. Para Teresa, "recogimiento" es interiorizar la oración, pasando del mero rezo vocal a la meditación y de ahí a la contemplación, que articula en dos tiempos: atención a Cristo (Capítulos 26 y 27) y entrar en el templo del propio espíritu (Capítulos 28 y 29). En este capítulo que empezamos a comentar sigue desarrollando Teresa el primer aspecto cristológico: orar con Cristo, decir "Padre nuestro" con Jesús. Desde el Hijo, contemplar el misterio del Padre, hasta sentirnos hijos en el Hijo

2. Fijémonos en la hechura del capítulo, que en un principio Teresa dividió en dos, pero luego juntó. Aparecían dos asuntos: glosa de la palabra Padre, la paternidad de Dios, nuestra filiación en Cristo; y luego, las paternidades humanas y su posible deterioro deformante dentro del Carmelo. En la redacción definitiva se unieron ambos temas: En la oración vivimos la paternidad de Dios más allá de los deterioros y deformaciones de cualquier forma de paternidad o de fraternidad humana. 

3. Teresa no hace teologías, no hace una exposición detallada del misterio trinitario, sino que lo ora; el capítulo es, en su mayor parte, oración. El lector ha de entrar con Teresa en esa oración para entenderla o quedará en el umbral del recogimiento. 

NOTA: Un elemento curioso y singular de la oración de Teresa es que ella con frecuencia ora al Padre, pero en el sentido de suplicarle en favor del Hijo; se empeña en mover las entrañas del Padre ante el misterio del Hijo hecho hombre, antes de pedir por las necesidades de sus otros hijos, nosotros

Sigamos el hilo del capítulo:

#1: Dos momentos; primero, ora al Padre, extasiada de la grandeza del don que recibimos al poder llamarle Padre; luego, se dirige a sus hermanas para que valoren bien el don que reciben. Que llamarle Padre a Dios es camino de contemplación perfecta. 

#2: Ahora ora al Hijo; "¡Oh Hijo y Señor mío!¿Cómo nos dais tanto junto a la primera palabra?" Nos hace hijos y podemos llamar padre a Dios; y siendo el Padre. nos sufre, nos perdona, nos consuela y nos sustenta. Es el mejor padre del mundo, y nos hace partícipes y herederos de la gloria de Cristo.

#3-4: Oración de Teresa a Jesús. Mira a Jesús humano, compartiendo con nosotros esta condición y amándonos, pero doliéndose de que el Padre quiera darnos lo que no merecemos. "¡Bendito séais por siempre, Señor mío, que tan amigo sois de dar, que no se os pone cosa delante!". 

#5: Ahí habla con sus hermanas, preguntando si no hay razones suficientes para una oración de verdad, para conocer quién es ese al que hablamos. Aparece la referencia a la paternidad en el mundo: hijos que desprecian a su padres. 

#6: En la comunidad de Teresa "todas han de ser iguales". Llama la atención sobre contiendas internas y "paternidades" equívocas, fundadas en cosas del mundo. 

#7: "Entre tal Hijo y tal Padre forzado ha de estar el Espíritu Santo que enamore vuestra voluntad y os la ate tan grandísimo amor...". 

RESUMIENDO: Para Teresa decir Padre es la gran fortuna del orante, el primer don que se nos hace, y el más grande. Además, poder decirlo con Jesús, compartiendo la filialidad y la relación con el Padre. Invita a decir esta primera palabra de la oración con sentido filial, entre estupor y amor, entre audacia y ternura. La oración de Teresa se adentra en el misterio del Padre, su voluntad de darnos al Hijo, que vestido de tierra como nosotros, no tiene en cuenta nuestras miserias y rivalidades, por lo que nos pide vivir con la dignidad que recibimos. Es un capítulo rebosante de pasión y experiencia de trato con Dios, del gozo de saberse amada; no es que el Padre ame al Hijo, sino que en el Hijo nos ame a nosotros

Ante los temores de Teresa de no ser digna sentirá siempre la voz interior que le invita a disfrutar el don; en Relaciones 13: "Haz lo que es en ti y déjame tú a mí, goza del bien que se te ha dado, mi Padre se deleita contigo y el Espíritu Santo te ama". Y en Relaciones 25: "Yo te di a mi Hijo y al Espíritu Santo, y a esta Virgen (María). ¿Qué me puedes tú dar  a mí?". 

(Resumen de lo comentado por el P. Tomás Álvarez, ocd)

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...