martes, 29 de septiembre de 2020

MIRADAS AL "CÁNTICO"... (5)

 A partir de la canción cuarta de CÁNTICO la realidad se vuelve clara y elocuente, enviando mensajes de la presencia y hermosura de Dios. Todo se convierte en mediación, ascendente y descendente, entre Dios y el hombre. Las estrofas están agrupadas en tres bloques: pregunta primero a las criaturas irracionales para quedar el alma insatisfecha (estrofas 4-6); pregunta luego a las criaturas racionales con una mayor insatisfacción (estrofas 7-8); pregunta e interpela directamente al Amado, el único que puede dar razón de sí (estrofas 9-12). 

En la entrada anterior comentamos las canciones 4 y 5; recordemos algunas ideas del santo:

"El alma mucho se mueve al amor de su Amado Dios por la consideración de las criaturas, viendo que son cosas que por su propia mano fueron hechas" (4,3). 

"Las criaturas son como rastro del paso de Dios, por el cual se rastrea su grandeza, potencia y sabiduría y otras virtudes divinas" (5,3).

 Queda claro pues, que en lo creado podemos ver el rastro de Dios, pues las criaturas están vestidas de hermosura y dignidad, ya que Dios las miró todas en su Hijo. En la contemplación de lo creado, vemos a Dios, y crece el anhelo en el alma por el Creador: "Cuanto más el alma conoce a Dios, tanto más le crece el apetito y pena por verle" (6,2). 


¡Ay, quién podrá sanarme! 
Acaba de entregarte ya de vero; 
no quieras enviarme de hoy más ya mensajero, 
que no saben decirme lo que quiero.

Las criaturas despiertan el deseo de la esposa porque le hablan del Amado, pero no son Él; por eso la canción reclama la presencia directa y ya no a través de mensajeros, de mediaciones.  Es que se ha despertado un amor que no se contenta con menos que Dios mismo; esto supone pasar a una etapa nueva en el camino espiritual, es una noche del deseo y el paso al predominio de la vida teologal. Un anhelo de plenitud que no puede saciarse nunca, y que pone a la persona en un nivel nuevo de existencia. No es que se desentienda de la realidad, es que tiene una libertad nueva frente a todo; frente a las cosas, frente a las criaturas, también frente a las mediaciones religiosas. 

 "Todo lo que de Dios en esta vida se puede conocer, por mucho que sea, no es conocimiento de veras" (6,5). 

Pasamos ahora a la canción 7: ahora ya no son las criaturas irracionales las que dejan al alma llagada, sino también las racionales: ángeles y hombres. Porque al contemplarlos, es tan grande la inmensidad que descubre, que muere de amor. 

Y todos cuantos vagan 
de ti me van mil gracias refiriendo, 
y todos más me llagan, y déjame muriendo 
un no sé qué que quedan balbuciendo.

Habla el texto de tres maneras de penar por el Amado: herida, llaga y muerte; la primera es breve y pasa pronto; la segunda, dura más; en la tercera, la llaga se hace fístula, permanente. "La cuál vive muriendo hasta que, matándola de amor, la haga vivir vida de amor, transformándola en amor" (7,4). No muere, pero vive muriendo, y a eso llama "un no sé qué...". 


En la canción 8, "el alma va adelante con su querella y habla con la vida de su alma", y le dice:

Mas ¿cómo perseveras, 
¡oh vida!, no viviendo donde vives, 
y haciendo porque mueras 
las flechas que recibes 
de lo que del Amado en ti concibes?

 En el comentario del santo a esta canción aparecen algunas ideas que deben ser contextualizadas: el lugar del cuerpo y de la vida terrena , que aquí parecen por momentos ser minusvalorados, desde un contexto histórico y espiritual muy diferente al nuestro. Por ejemplo, en el #1, el alma se queja de la duración de la vida temporal, y parece contraponer vida corporal y vida espiritual. Contraposición dualista también entre alma y cuerpo (cárcel del alma, según esa visión). En el #3 de nuevo, habla de dos contrarios: vida natural en el cuerpo y vida espiritual en Dios (Son contrarios entre sí, por cuanto repugna el uno al otro); en uno el alma pena, con tormento, y en otro reposa, que es vida sabrosa. 

En realidad es el "hombre viejo" el que ha de morir, para que nazca y crezca Cristo en nosotros. 

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...