domingo, 16 de octubre de 2022

TERESA DE JESÚS: SANTA SIN CEREMONIAS

De un hermano en el Carmelo Teresiano, tomado de su perfil de Facebook, hablando del talante alegre y desenfadado de Santa Teresa

"Saludos desde Soria en la fiesta de santa Teresa de Jesús, psicóloga antes de la psicología, feminista antes del feminismo, primera mujer doctora “honoris causa” por una universidad civil, primera mujer doctora de la Iglesia, mística, poeta, fundadora y muchas cosas más. Pero lo que más llama la atención es su profundo sentido del humor y su simpatía.

A santa Teresa de Jesús le gustaba decir: "Tristeza y melancolía no las quiero en casa mía". Tenía muy claro que "un santo triste es un triste santo" y añadía: "Dios nos libre de los santos encapotados". Le gustaba el buen humor, la sencillez y la naturalidad hasta el punto de afirmar que "cuanto más santos, han de ser más conversables". Y lo que más apreciaba en el padre Gracián es que "sabe unir la perfección y la suavidad".

En una ocasión se encontraba en el monasterio de Soria (justo donde me encuentro yo ahora). La comunidad eligió como priora a la madre Catalina de Cristo. Una monja preguntó a una novicia qué le parecía la madre fundadora. La novicia respondió con sencillez que no le parecía tan santa como ella se esperaba, porque se reía mucho; y que le parecía más santa la priora de la casa, que era más seria.

Santa Teresa lo oyó y dijo a la novicia: "¡Alto ahí! La madre Catalina es más santa que yo, porque es muy virtuosa, en eso dices verdad, que yo tengo la fama y ella las virtudes. Pero no es más santa porque se ríe poco, que eso no es una virtud, sino un defecto!"

Sor Juana de la Cruz, abadesa de las descalzas reales de Madrid, cuando conoció a santa Teresa en 1569, dijo a sus monjas: “Bendito sea Dios, que nos ha permitido ver una santa a quien todas podemos imitar, que come, duerme y habla como nosotras y anda sin ceremonias”.

Verdaderamente ella era muy poco amiga de ceremonias tanto en la vida como en el culto cristiano: le gustaban las cosas sencillas y "sin artificio".

Su sobrina Teresita, hija de Lorenzo de Cepeda, testimonió a su muerte: “Tenía un exterior tan desenfadado y cortesano, que nadie por eso la juzgaba por santa; pero tenía en toda ella un no sé qué tan de sustancia, que hacía fuerza que creyesen y viesen los que la trataban, que era muy santa sin esforzarse por parecerlo”.

15 de octubre de 2022. Eduardo Sanz de Miguel, o.c.d.

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...