miércoles, 30 de julio de 2025

SANTA TERESA COMENTA EL PADRENUESTRO

La lectura que Santa Teresa hace del Padrenuestro en el Camino de Perfección (capítulos 27 al 42) es una verdadera joya de espiritualidad vivida. No se trata de una exégesis técnica, sino de una meditación profunda, afectiva y transformadora, escrita para sus hermanas carmelitas, pero con resonancias universales. 
Aquí te comparto una mirada amplia, con claves que podrían ayudarte a comprender mejor estos capítulos para tu comprensión personal, en tu oración o el trabajo pastoral: 

1. Un Padrenuestro vivido desde la celda: Teresa no comenta el Padrenuestro como una teóloga académica, sino como una mujer que ora. Cada petición se convierte en una puerta hacia la intimidad con Dios, hacia la transformación del alma, y hacia la vida comunitaria. Ella misma dice que no sabe lo que va a escribir, pero que lo hará “como el Señor le diere a entender”. 

2. Capítulos 27–30: “Padre nuestro que estás en los cielos” Teresa se detiene en la palabra Padre, y se maravilla de que Dios nos permita llamarlo así. “Que estás en los cielos” no es una distancia, sino una cercanía: el cielo está dentro del alma en gracia. Invita a orar con recogimiento, sabiendo que el Padre habita en lo más profundo.

 3. Capítulos 31–32: “Santificado sea tu nombre” Teresa pide que el nombre de Dios sea santificado en nosotras, en nuestras obras, en nuestra vida. La santificación no es solo alabanza, sino coherencia: vivir de tal modo que Dios sea reconocido en nosotros. 

4. Capítulos 33–35: “Venga a nosotros tu Reino / Hágase tu voluntad / Danos hoy nuestro pan” Aquí Teresa entra en una meditación eucarística profunda. El pan de cada día es claramente la Eucaristía, y ella insiste en que sin este Pan no podemos hacer la voluntad del Padre. Jesús está “disfrazado” en la Eucaristía, y hay que abrir los ojos del alma para reconocerlo. La voluntad de Dios se hace en comunión, en fraternidad, en entrega.

 5. Capítulos 36–37: “Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos” Teresa une el perdón con la Eucaristía: quien ha comulgado, puede perdonar. Reconoce que el perdón es difícil, pero insiste en la “determinación” de querer perdonar, aunque no se logre de inmediato.

 6. Capítulos 38–42: “No nos dejes caer en la tentación / Líbranos del mal / Amén” Teresa habla de las tentaciones sutiles, especialmente en la vida comunitaria: murmuración, juicio, tibieza. El “Amén” final es un acto de entrega total, de confianza en el Padre que escucha y actúa. 

🧭 Claves para la lectura pastoral: Cada capítulo puede ser una meditación diaria en un retiro. Teresa transforma cada petición en una experiencia: no se trata de repetir, sino de vivir el Padrenuestro. Su lectura es profundamente cristocéntrica, eucarística y comunitaria

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...