miércoles, 5 de noviembre de 2014

CON ISABEL DE LA TRINIDAD .

“El Alma más débil, incluso la más culpable, es la que tiene más derecho a confiar. Ese acto de olvido personal y de abandono en los brazos de Dios glorifica y alegra más al Señor que todos esos repliegues sobre sí misma y esos exámenes de conciencia que le obligan a ponerse en contacto con sus miserias cuando tiene en el fondo de su ser un Salvador que quiere purificarla constantemente”. (Carta#228)

“Toda la naturaleza me parece estar llena de Dios. El viento que agita los altos árboles, los pajaritos que cantan, el hermoso cielo azul…todo me habla de Él. ¡Oh mamá! Necesito decirte que mi felicidad aumenta cada vez más y adquiere, como Dios, proporciones infinitas. Es una felicidad tan serena y tan dulce…Me gustaría revelarte mi secreto”. (Carta#216, a su madre)

“La vida de una Carmelita es una comunión ininterrumpida con Dios desde la mañana hasta la noche y desde la noche hasta la mañana. Si Él no llenase nuestras celdas y nuestros claustros, qué vacíos estarían. Pero, es a Él a quien vemos en todas las cosas, pues le llevamos dentro de nosotras mismas. Nuestra vida viene a ser un cielo anticipado”. (Carta#189)

“Se puede ser feliz en las contradicciones… Necesitamos mirar siempre al Señor. Hay que esforzarse al principio, cuando todo se subleva en nuestro interior, pero lentamente, a base de paciencia y con la ayuda del Señor, se logra triunfar”. (Carta#189)

“Vivamos muy alto, muy lejos, en Él…dentro de nosotros”. (carta#176)

Beata Isabel de la Trinidad


FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...