martes, 23 de julio de 2024

ORACIÓN Y VIRTUDES TEOLOGALES EN SAN JUAN DE LA CRUZ

"En una época en que los maestros concentraban su atención en la oración y en el ejercicio ascético, entendido como práctica de las virtudes morales, Juan de la Cruz cambió el panorama asentando el pilar de la vida espiritual en las virtudes teologales.

Fe, esperanza y caridad son guía seguro en el camino de la unión con Dios; las tres virtudes teologales son las únicas que pueden considerarse como medio inmediato para esa unión; las demás equivalen a sendas lentas y remotas.

La vida teologal es la que tiende el puente capaz de salvar la infinita distancia entre el ser de Dios y el ser de las criaturas. Las virtudes teologales son medios proporcionados que hacen posible que los extremos (hombre-Dios) lleguen a la unión por transformación de amor.

Tienen esa virtualidad porque las virtudes teologales son un don infundido de Dios al ser humano y al mismo tiempo son acogida y respuesta por parte nuestra a la comunión que Dios le ofrece. Fe, esperanza y amor vienen de Dios y hacia Dios conducen. Cuando son acogidas por el ser humano se convierten en actitudes fundamentales con las que el ser humano se dispone ante el misterio, entra en comunión con él y lo respeta en su ser.

El hombre ha sido querido por Dios, desde toda la eternidad, para vivir en comunión con él, y para que pueda alcanzar ese fin ha recibido de parte del Creador unas capacidades que hacen posible la relación de amistad entre ambos.

Al Dios que se nos ha revelado en Jesucristo, respondemos con la fe. Al Dios que promete una plenitud de vida el hombre responde con la esperanza. Al Dios Amor que nos ha amado primero, respondemos con la caridad que es el amor de Dios derramado en nuestros corazones (Romanos 5,5).

Fe, esperanza y amor, como acogida y respuesta a la comunión que Dios ofrece al ser humano, hacen posible la relación dialogal entre ambos, respetando el ser y la identidad de cada uno.

Aunque las tres virtudes teologales son el único medio proporcionado para alcanzar la unión, da mayor relevancia a la fe (dedica a ella todo el libro segundo de Subida), pero lo que dice de ella el santo podemos extenderlo a las otras dos virtudes, pues forman un todo inseparable".

Diccionario de San Juan de la Cruz (Monte Carmelo)

 

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...