martes, 11 de febrero de 2014

PARA LEER A TERESA DE JESÚS...VIDA 5

 El capítulo 5 del Libro de la VIDA de Teresa de Jesús centra su atención en el viaje que hizo la santa a Becedas para ver a una curandera que le ayudara a restablecer su salud; allí encontrará también a un sacerdote descarriado. Teresa reanuda aquí el relato de su enfermedad desde los episodios del noviciado, y de cómo decidieron ir a Becedas para ver a una famosa curandera. Allí recibió terribles curas que en lugar de mejorarla, la pusieron peor. Regresa a casa en colapso total, se pone tan mal que le toman por muerta, y luego queda paralítica por un buen tiempo. Aquí descuellan dos emociones fuertes: la amistad fulminante y dramática con el sacerdote de Becedas, y el paroxismo de Teresa, que "estará sin sentido cuatro días".

 ESQUEMA DEL CAPÍTULO....
Números 1-2: Noviciado, una enfermera.
Números 3-6: Becedas, el sacerdote.
Números 7-11: El colapso de Teresa.

Cronología: entre los 21 y los 24 años de edad. En 1536-37, Episodios del noviciado. Otoño de 1538, sale enferma hacia Hortigosa y Castellanos. En abril de 1539, curas en Becedas. En agosto de ese año, paroxismo en casa de Don Alonso.

"Estaba una persona de la iglesia, que residía en aquel lugar adonde me fui a curar, de harto buena calidad y entendimiento. Tenía letras, aunque no muchas. Yo me comencé a confesar con él, que siempre fui amiga de letras, aunque gran daño hicieron a mi alma confesores medio letrados, porque no los tenía de tan buenas letras como quisiera... él se aficionó en extremo a mí, porque entonces tenía poco que confesar para lo que después tuve, ni lo había tenido después de monja. No fue la afición de éste mala; mas de demasiada afición venía a no ser buena... A mí hízoseme gran lástima, porque le quería mucho; que esto tenía yo de gran liviandad y ceguedad, que me parecía virtud ser agradecida y tener ley a quien me quería...". 

El camino interior que va haciendo Teresa, según su relato, no es un camino fácil. Todo intento de crecer supone un esfuerzo, a menudo doloroso, de parte nuestra. La primera parte de este camino "iniciático" suele siempre estar poblado de ilusiones, de falsas imágenes de Dios, de imperfecciones, que solemos disfrazar con ideas de santidad.
 Teresa, en medio de sus imperfecciones, sabe que necesita crecer, aunque no encuentra en ella misma fuerzas para hacerlo. Este capítulo de su vida vuelve a estar marcado por los mismos elementos que los capítulos anteriores:

. Las imperfecciones de Teresa: su relación "imperfecta" con el cura de Becedas.
. La enfermedad que tuvo a Teresa al borde de la muerte, y que fue, indudablemente, parte del proceso de purificación.
. Otro libro le acompaña: en este caso, los Morales, de San Gregorio.
. Y, por supuesto, como siempre, Dios esperando y modelando a Teresa para conducirla a la plenitud.

Quiero detenerme en la enfermedad de Teresa: las curas, más que ayudarle a sanar, la ponen peor. Teresa revive aquella extraña experiencia de muerte y resurrección, que un poeta de estos tiempos comenta del siguiente modo:

"Nos es difícil comprender los meses de dolor de Teresa, que hoy justifican con sus múltiples enfermedades. Nada más parecido a la juvenil ascesis teresiana que los meses que Krishnamurti vivió a partir de 1922. La iniciación mística, la liberación de la energía cósmica del cuerpo a través de espasmos, dolores y desmayos, es la meta de esas durísimas pruebas. Nada hay que haga titubear o padecer al místico a partir de ese momento de suprema liberación". (Tratado de armonía, Antonio Molina, Tusquets, 1991, página 114)

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...