viernes, 26 de junio de 2020

TERESA, FUNDADORA (5): EL PRIMER CARMELO TERESIANO

Y llegamos al capítulo 36 de VIDA, el último de este bloque dedicado a la fundación del primer convento de descalzas en la ciudad de Ávila; en el título se habla de "grandes contradicciones y persecuciones" desde fuera, y de "grandes tentaciones y trabajos" interiores de ella, hasta la victoria e idilio final. Cuatro planos: Teresa, las carmelitas de la Encarnación, la comunidad de San José, y los habitantes de Ávila. Y sobre todo, siempre el Protagonista secreto, que se hace presente en momentos puntuales y entrañables... Muchos personajes  en torno a esta primera empresa de Teresa, colaboradores, como es el caso de su cuñado, JUan de Ovalle, San Pedro de Alcántara, el obispo de la ciudad, don Álvaro de Mendoza, y otros. 

Presentamos una breve cronología de los hechos: Teresa salió de Toledo, camino a Ávila, a finales de junio o primeros de julio de 1562, y ese mismo mes llega de Roma el breve con la licencia de fundación, con fecha 7.2.1562.  
También en julio  interviene San Pedro de Alcántara ante el obispo abulense, don Álvaro de Mendoza. (Fray Pedro morirá el 18 de octubre de ese mismo año). 
El día 22 de agosto las obras del futuro conventico son denunciadas al consejo de la ciudad, y dos días después, el 24 de agosto, tiene lugar la erección  del nuevo Carmelo. 
Ese mismo día Teresa es reclamada por la priora la Encarnación.
 Los días 25, 26, 29 y 30, reuniones del Consejo de la ciudad en contra del nuevo convento, y el último día deciden apelar al Rey contra el breve pontificio de fundación. 
El 12 de septiembre el Consejo envía un delegado a Madrid para activar la causa ante el Consejo Real, y el asunto se mantendrá activo en la ciudad durante todo ese año. 
Finalmente, tal vez noviembre,el Provincial da licencia a Teresa para regresar al convento recién fundado. 

Así está estructurado el capítulo:
#s 1-4: regreso de Teresa a Ávila.
#s 5-10: erección del nuevo convento.
#s 10-14: Teresa abandona el convento y regresa a la Encarnación.
#s 15-22: oposición de la ciudad. 
#s 23-29: Teresa vuelve a San José, ideal de vida en el nuevo Carmelo.

Recordamos que el capítulo anterior  terminaba con la palabra interior que intimaba a Teresa a regresar a Ávila, y su respuesta inmediata; acertada, porque coincide con la llegada del breve pontificio, que pudo caer en otras manos. Ese breve es como como la carta natal del Carmelo Teresiano, y ella encontró quien  se lo tradujera en confianza (estaba en latín), para facilitar su ejecución. 

Fue un momento de alegría la erección de la nueva casa, la toma de hábito de las cuatro primeras religiosas, y algunos amigos presentes; se puso el Santísimo,  y estuvo Teresa presente para animar a sus hermanas (#5).  Las primera religiosas fueron: Antonia de Henao, María de la Paz, Úrsula de Revilla, y María de Ávila; les impuso el hábito, en nombre del obispo, el maestro Gaspar Daza

Pero enseguida pasa la calma y llega la borrasca: primero, en su interior, pues se llena de dudas, una verdadera batalla espiritual que Teresa atribuye al demonio (# 7). Luego, desde fuera, de parte de sus propias hermanas de hábito, y después, la tenaz oposición de la ciudad (la gente y el Consejo ciudadano). Se enreda la madeja por el asunto de la pobreza absoluta, ya que la fundación dependía de la gente de la ciudad, porque recibe algún consejo desacertado, y porque las cuatro pioneras están solas, y ella en la Encarnación sin poder ayudarlas. Esto duró tres o cuatro meses, aunque la oposición del Consejo dura mucho más. Y Teresa escribe: "Espantábame yo de lo que ponía el demonio contra unas mujercitas" (#19). 

Así: erigir el convento, levantar sus paredes, construir una iglesia dedicada a San José, era lo primero, y lo material; pero, lo importante en la empresa que se iniciaba era el objetivo espiritual: el ideal de vida que Teresa y sus hermanas proponen. No muy definido en un comienzo, se va luego perfilando poco a poco; cuando Teresa escribe estas páginas llevan apenas tres años de andadura.  Ya luego cuando escriba CAMINO lo tendrá y dejará más claro y definido. 

 En estas páginas, resaltan unos pocos aspectos fundamentales: 

1. Un grupo reducido (no más de trece, pocas y selectas). Frente a los monasterios multitudinarios, llenos de mujeres que buscaban remedio, esta era una opción contracorriente, y apenas la Santa muera, será uno de los puntos cuestionados y denunciados a la inquisición (#29).

2. Opción por la "primitiva regla del Carmen". Deseo de empalmar con los orígenes. Algo sobre todo simbólico, pues Teresa en realidad está optando por la Regla carmelitana aprobada por el papa Inocencio IV (#26).

3. Pobreza de la casa y de la comunidad. Opción también categórica, con referencia al Jesús pobre y a los consejos evangélicos. Como dice luego en CAMINO: "desasimiento  de todo lo creado". 

4. Ideal contemplativo. Oración, soledad, sentido cristológico esponsal. "No es su lenguaje otro sino hablar de Dios, y así no entienden ni las entiende sino quien habla el mismo" (#26). En CAMINO  le dará a esta opción sentido apostólico: oración y vida consagrada serán por y para la Iglesia. 

(En el # 29: fijación del carisma teresiano)

Y por encima de todo lo anterior, insistirá en el origen carismático de la fundación: "Señor, esta casa no es mía: por Vos se ha hecho...". De ahí la singular conclusión del capítulo, pidiendo al destinatario de su escrito que, si decide destruirlo, salve estas páginas y las entregue a sus hermanas (#29). Es lo primero que Teresa escribe para sus monjas

En el último número del capítulo, como para cerrar y dejar las cuentas claras, escribe: "Y quien le pareciere áspero eche la culpa a su falta de espíritu y no a lo que aquí se guarda... y váyase a otro monasterio, adonde se salvarán conforme a su espíritu". 

(Notas tomadas de los comentarios de P. Tomás Álvarez, ocd, al LIBRO DE LA VIDA, de Teresa de Jesús)

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...