viernes, 10 de septiembre de 2021

SANTA TERESA, FUNDADORA

 

Antes de entrar a leer y comentar el libro de las FUNDACIONES de Santa Teresa, digamos algo sobre un tema que ha sido largamente debatido en algunos ámbitos religiosos: ¿Fue Teresa reformadora o fundadora? En Roma, al pie de su estatua en la basílica de San Pedro, junto a la de otros "santos fundadores", dice "S. Teresia spiritualis Mater et Fundatrix novae Reformationis Ordinis Discalc. B. M. de Monte Carmelo". La Iglesia reconoce a Teresa como fundadora de una nueva orden religiosa. 

"Fundar" fue uno de los carismas de Teresa, documentado así en el Libro de la Vida, cuando recibe la misteriosa "orden de envío" para iniciar la fundación de San José de Ávila (V 32,11). Desde ahí luego su carisma fundador se despliega, primero en Medina del Campo, y ya luego, animada por el P. Rubeo, General de la Orden, continúa su tarea, hasta llegar a fundar 18 casas. 

Claro que, enseguida aparecieron rumores de los que se escandalizaban de sus trotes fundacionales, por su condición de mujer claustral. Ella misma lo consigna en 1571 en una de sus Relaciones (19):

"Estando, pocos días después de esto que digo, pensando si tenían razón los que les parecía mal que yo saliese a fundar, y que estaría yo mejor empleándome siempre en oración, entendí: «Mientras se vive, no está la ganancia en procurar gozarme más, sino en hacer mi voluntad». Parecíame a mí que, pues San Pablo dice del encerramiento de las mujeres -que me han dicho poco ha y aun antes lo había oído-, que ésta sería la voluntad de Dios. Me dijo: «Diles que no se sigan por sola una parte de la Escritura, que miren otras, y que si podrán por ventura atarme las manos»".

 A esos rumores se agregan también los temores y recelos de dos nuncios papales; el primero, desde su aprecio a Teresa se muestra preocupado; el segundo, menos afín, la acusa de "inquieta, andariega, desobediente y contumaz". Teresa deberá interrumpir en algún momento su labor de fundadora, pero la volverá a retomar cuando pase el torbellino de la adversidad, hasta el último año de su vida (1582). 

Estas son sus fundaciones:
1562, Ávila (V36)
1567, Medina (F3).
1568, Malagón (F9).
1568, Valladolid (F10).
1568, Duruelo (F13-14, religiosos).
1569, Toledo (F15). 
1569, Pastrana (F17, religiosas y religiosos).
1570, Salamanca (F18). 
1571, Alba de Tormes (F20). 
1574, Segovia (F21).
1575, Beas (F22).
1575, Sevilla (F23). 
1576, Caravaca (F27, organizada, no realizada por T.)
1580, Villanueva de la Jara (F28). 
1580, Palencia (F29). 
1581, Soria (F30). 
1582, Granada (Realizada por Ana de Jesús).
1582, Burgos (F31). 

Teresa proyectó otras fundaciones que no pudo realizar, como es el de caso de las de Madrid, Pamplona o Lisboa. 

En la mentalidad y estilo de Teresa, "fundar un Carmelo" exigía una serie de actos, materiales y espirituales: desde conseguir los permisos o patentes, comprar la casa, reunir un grupo de religiosas, celebrar la Eucaristía y poner el Sagrario, hasta instaurar "el estilo de vida y recreación que llevamos juntas", la vida comunitaria de estilo teresiano. No se trataba de un mero asunto burocrático, sino que ella se sentía accionada por un impulso interior, con la mirada puesta en la gloria de Dios. También se sabía apoyada por otras personas, a las que no deja de considerar también "fundadoras" de algunas de las casas, como es el caso de Doña Luisa de la Cerda, y otras. Teresa tiene consciencia de ser fundadora, y a menudo se lo toma con ironía y humor. En sus escritos Teresa no utiliza nunca el título de "reformadora" que se le aplicará más tarde, y tanto en el breve de beatificación como en la bula de canonización se le reconoce como "fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos". Lo mismo sucederá con los primeros editores de sus escritos, le llamarán FUNDADORA

(Resumen del DICCIONARIO DE SANTA TERESA)

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...