martes, 8 de diciembre de 2020

ES PARA GRAN LUZ EL PADECER TINIEBLAS...

Esta es la primera carta que se conserva de San Juan de la Cruz, y está dirigida a Catalina de Jesús, Carmelita Descalza:

 Jesús sea en su alma, mi hija Catalina. 
Aunque no sé dónde está, la quiero escribir estos renglones, confiando se los enviará nuestra Madre, si no anda con ella; y, si es así que no anda, consuélese conmigo, que más desterrado estoy yo y solo por acá; que después que me tragó aquella ballena y me vomitó en este extraño puerto, nunca más merecí verla ni a los santos de por allá. Dios lo hizo bien; pues, en fin, es lima el desamparo, y para gran luz el padecer tinieblas. ¡Plega a Dios no andemos en ellas!

¡Oh, qué de cosas quisiera decir! Mas escribo muy a oscuras, no pensando la ha de recibir; y por eso, ceso sin acabar. Encomiéndeme a Dios. Y no la quiero decir de por acá más porque no tengo gana

De Baeza y julio 6 de 1581. 
Su siervo en Cristo, Fray Juan de la Cruz. 
Sobrescrito. Es para la Hermana Catalina de Jesús, carmelita descalza, donde estuviere.

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...