sábado, 31 de agosto de 2013

VIDA EN EL CARMELO

Encuentro de Estudiantes Carmelitas Descalzos

en Rumanía

 Del 23 al 28 de Agosto tuvo lugar el encuentro de Estudiantes OCD de Europa en el convento de los PP. Carmelitas Descalzos de  Snagov (Rumanía). Han participado los formandos de Salamanca y sus formadores. El P. José Alberto Manso, responsable de la formación de los estudiantes de la Península Ibérica escribía hace unos días:

"Somos unos 100. La mayoría estudiantes carmelitas. Están representadas 17 provincias. A España la consideran como una, por eso lo de las 17. Casi somos el grupo más numeroso: 10. Venecia, la más representada, viene con 15.
Todos los días tenemos una hora de oración por la mañana, laudes y desayuno. Luego la conferencia y preguntas, hasta el almuerzo. Después de la siesta-descanso tenemos nona y trabajo: jóvenes por un lado y los formadores por otro hasta las vísperas y oración.
La jornada ha sido intensa, y también tenemos traductores. Al menos para 4 lenguas.La casa es una preciosidad. La iglesia no está acabada, pero quedará hermosa. El P. Emilio Martínez habló sobre la pedagogía teresiana en las Moradas para lograr una fe madura. Luego estuvo con los jóvenes hablando de posibilidades de futuro...; enviarán una carta al definitorio.
Los formadores también nos hemos presentado pues hay algunos nuevos y hemos hablado de nuestro encuentro para el próximo curso. También dialogaremos sobre la conferencia del P. General en nuestra reunión de este año.El domingo estaremos en Bucarest, y celebraremos la eucaristía con el arzobispo en la catedral católica. Y luego visita a la ciudad.
El lunes se hablará del carisma carmelitano que es joven y para jóvenes; el martes los jóvenes hablarán con Albert Wach (definidor) sobre el Carmelo que desean. Y el 28 es la salida. Otros datos: en la actualidad según los últimos cálculos hay 77 estudiantes carmelitas en Europa. Y han faltado los de Egipto (por razones obvias) y de los ingleses no se sabe... " 

viernes, 30 de agosto de 2013

TERESA DE LISIEUX en Thomas Merton.

En la autobiografía de Thomas Merton, "La montaña de los siete círculos" encontramos numerosas referencias a los santos del Carmelo, sobre todo a San Juan de la Cruz, y de modo particular refiere el descubrimiento de la santidad de Teresa de Lisieux, a quien Merton llama “la florecita”. Son tiempos de clarificación, en que su vocación dormida está volviendo a despertar; una nueva visita a un monasterio de contemplativos, Nuestra Señora del Valle, le llena de gozo interior y le devuelve al mundo mucho más fortalecido y dispuesto: “Estaba consciente de haber adquirido alimento y fuerza, de haberme desarrollado secretamente en firmeza, certidumbre y profundidad.”
Es a su regreso al trabajo en el colegio de Buenaventura, cuando Merton va reorganizando su vida con un régimen más estricto: “Levantándome más temprano por la mañana, rezando las Horas Menores al alba, o antes de ella cuando los días menguaban, en preparación de la misa y comunión.” Y añade: “Hacía muchas lecturas espirituales… vidas de santos… Juana de Arco, San Juan Bosco, San Benito. Me entretenía la Subida al Monte Carmelo de San Juan de la Cruz y las primeras partes de la Noche Oscura, por segunda vez de hecho, pero por primera vez comprendiéndola.” (355). Juan de la Cruz acompañará el camino espiritual de Thomas Merton durante muchos años, y encontramos referencias explícitas a él en otros libros suyos, como “Ascenso a la Verdad”.
Pero Merton reconoce aquí un nuevo y enriquecedor vínculo con la espiritualidad del Carmelo; así escribe en esta misma página:

“El gran regalo que se me dio, ese octubre, en el orden de la gracia, fue el descubrimiento de que la Florecita era realmente una santa, y no santa muda como una muñeca en las imaginaciones de muchas ancianas sentimentales. No sólo era santa, sino una gran santa, una de las mayores: ¡Tremenda! Le debo toda clase de disculpas y reparación por haber ignorado su grandeza durante tanto tiempo.”


La mirada de Merton sobre la santa francesa no es acrítica, a pesar de tanto entusiasmo. Reconoce que en su espiritualidad hay mucho de la fealdad y mediocridad de la clase burguesa a la que Teresita y su familia pertenecían (356-357). Por ejemplo: “Su afecto nostálgico por una graciosa quinta llamada Las Buissonets; su gusto por el arte completamente almibarado, por los angelitos de azúcar y santos de pastel jugando con corderos tan suaves y vellosos que literalmente crispan los nervios a la gente como yo. Escribió una serie de poemas que, sin importar lo admirable de sus sentimientos, se basaban ciertamente en los modelos populares mas mediocres”.

No obstante, en medio de todo lo anterior, Merton descubre en Teresa de Lisieux el poder de la gracia de Dios, que convierte en posible lo imposible; de un ambiente como en el que vivió Teresita difícilmente saldría una santa, según Merton. Pero él escribe: “Y no solo llegó a ser santa, sino la mayor santa que ha tenido la Iglesia en trescientos años… aun mayor, en ciertos aspectos, que los dos tremendos reformadores de su orden: San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila” (357).
No está lejos esta manera de mirar la santidad de Teresa de la que desarrolla Jean Francoise Six en sus libros sobre la infancia, vida conventual y muerte de Teresita. Merton encomienda a Teresa sus preocupaciones de ese momento (su hermano John Paul, su trabajo en Harlem, su camino vocacional); la ve como intercesora. Pero el verdadero lugar de los santos en nuestra vida para Thomas Merton es mucho más amplio, y así lo dice en estas mismas páginas:

“Descubrir un nuevo santo es una maravillosa experiencia. Pues Dios se magnifica grandemente y se hace maravilloso en cada uno de sus santos. No hay dos santos iguales; pero todos ellos son como Dios, como Él de un modo diferente y especial. De hecho, si Adán nunca hubiese caído, toda la raza humana habría sido una serie de imágenes magníficamente diferentes y espléndidas de Dios, cada uno de todos los millones de hombres exponiendo Sus glorias y perfecciones de un modo asombrosamente nuevo, cada uno brillando con su santidad particular, una santidad destinada a Él desde toda la eternidad como la perfección sobrenatural más completa e inimaginable de su personalidad humana.” (Pág.355)

“Los santos no son objetos inanimados de contemplación. Se hacen nuestros amigos, participan de nuestra amistad, la corresponden y nos dan inequívocas muestras de su amor por nosotros mediante las gracias que recibimos a través de ellos.” (357)

Podemos resaltar también lo siguiente en relación con este tema, a partir de la reflexión de Merton:
1- ¿Tiene límites la gracia de Dios?Me asombraba completamente la aparición de una santa en medio de la fealdad y mediocridad hinchada, aterciopelada, súper decorada y cómoda de la burguesía… tales gentes podían resultar inocuos pedantes, ¿Pero de gran santidad? Nunca.” (356). Pero, a través de Teresa, él descubre otra realidad: “llegó a ser santa no desertando de la clase media, no abjurando, despreciando, y maldiciendo la clase media, o el ambiente en que había crecido; por el contrario, se pegó a él en tanto puede pegarse a una persona a tal cosa y ser una buena carmelita. Conservó lo que era burgués en ella…”. (356).
2- Sin embargo:” En cuanto a santidad se refería, toda esa fealdad exterior era, per se, del todo indiferente. Y más aun, como todos los males físicos del mundo, podía servir muy bien, per accidens, de ocasión o hasta de causa secundaria de un gran bien espiritual.

Tengamos presente que Merton es un artista, un hombre de una sensibilidad particular, un poeta; de ahí su mirada crítica al barroquismo o mal gusto de cierta espiritualidad o ciertas devociones. Pero lo exterior no es lo esencial, sino lo interior, lo profundo. Esa a quien él llama La Florecita, hará de centinela para el hermano, y también para su propia vida.

Cuando el Espíritu Santo encuentra un alma en que puede obrar, emplea esa alma para cualquier número de propósitos; despliega ante sus ojos un centenar de direcciones nuevas, multiplicando sus obras y sus oportunidades para el apostolado hasta límites casi increíbles y ciertamente mucho más allá de la fuerza ordinaria de un ser humano.” (360)

Así, pensando en Teresa de Lisieux, Merton afirma:

“No es novedad en Dios hacer santos que no son sacerdotes para predicar a los que son sacerdotes”.

jueves, 29 de agosto de 2013

VIDA EN EL CARMELO

El futuro de la teología espiritual del Carmelo se analiza en el Cites.

(Diario de Ávila)

En torno a 20 frailes carmelitas descalzos venidos de 13 paises de diversas partes del mundo, se reunen desde este martes, 27 de agosto, en el CITeS abulense para reflexionar sobre el futuro de la teología espiritual en la Orden de Santa Teresa. Todos ellos, profesionales en el campo de la enseñanza y de la espiritualidad, reflexionarán sobre temas como la relación que existe entre la vocación carmelita y el estudio de la espiritualidad, la enseñanza y el apostolado de la teología espiritual en el mundo moderno.
El objetivo de este encuentro es abrir caminos en busca de nuevos métodos, nuevos lenguajes y nuevas formas de comunicar la espiritualidad de Santa Teresa y San Juan de la Cruz en la cultura contemporánea. Esta busqueda de nuevos caminos es de vital importancia para el Carmelo, ya que la reflexión espiritual no es un mero accesorio en la vida del carmelita sino que forma parte de la experiencia de su vida de oración.
Entre los participantes, destaca el Padre Saverio Cannistrá, General de los Carmelitas Descalzas, el cual ha motivado este encuentro y en el expresará sus reflexiones.
El encuentro carmelita culminará este domingo, día 1 de septiembre, el cual es la víspera del inicio del IV Congreso.



Encuentro de expertos en teología espiritual
En torno a 20 frailes carmelitas descalzos venidos de 13 países de diversas partes del mundo, se han reunido en el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista, CITeS, para reflexionar sobre el futuro de la teología espiritual en la Orden.Todos ellos, profesionales en el campo de la enseñanza y de la espiritualidad, han reflexionado sobre temas como la relación que existe entre la vocación carmelita y el estudio de la espiritualidad, la enseñanza y el apostolado de la teología espiritual en el mundo moderno, etc.El objetivo de este encuentro fue abrir caminos en busca de nuevos métodos, nuevos lenguajes y nuevas formas de comunicación de la espiritualidad de santa Teresa y san Juan de la Cruz en la cultura contemporánea.Esta búsqueda de nuevos caminos es de vital importancia para el Carmelo, pues la reflexión espiritual no es algo accesorio en la vida del carmelita sino que forma parte de la experiencia de su vida de oración.El encuentro estuvo organizado por el Centro de la Orden y contó con la presencia del Padre General, P. Saverio Cannistrà.

(Boletín Casa General OCD)

martes, 27 de agosto de 2013

VIDA EN EL CARMELO

Inicio de Noviciado en Dedougou (Burkina Faso).
El pasado dia 24, dia en el que celebramos la fundacion del Convento de San Jose de Avila y tras unos dias de Ejercicios Espirituales, los jovenes Damián, Juan Pablo, Germán y David, iniciaron en la celebracion de Visperas, su año de noviciado recibiendo la cruz carmelitana.
La fiesta continuo el domingo con la celebracion de la primera Eucaristia presidida por el P. Elise Aloko, en la Parroquia de la Trinidad, en acción de gracias por su reciente ordenación sacerdotal.



El sábado 24 de Agosto y en la Fiesta de san Bartolomé, cuando el Carmelo Descalzo recuerda el inicio de la fundación de santa Teresa en san José de Avila y, por tanto de nuestra Orden, ha tenido lugar en el Desierto de las Palmas el inicio del noviciado de cuatro jóvenes deseosos de entregarse a Cristo con todo su corazón: Pablo de María  de  la  Cruz, de la provincia de Andalucía, Gerivaldo de Brito  de san Rafael  y de la Divina Misericordia de la provincia de Aragón-Valencia, Daniel de la Cruz de la Provincia de Burgos, y Andrew Mª del Corazón de Jesús de la provincia de Cataluña y Balerares.

La ceremonia ha estado presidida por el P. Sergio Marqueta, provincial de Aragón-Valencia y con la presencia de los provinciales de Cataluña y Andalucía y la comunidad del Desierto de las Palmas y  se ha celebrado en el coro alto de la Iglesia.

EL CASTILLO DE TERESA

 Símbolo teresiano por excelencia, el CASTILLO es el alma, o mejor aun, para entendernos hoy, la PERSONA humana, en toda su amplitud y riqueza interior. Esa riqueza le viene, dice Teresa, de estar habitada por Dios. Por eso es importante CONSIDERARLO detenidamente, saber quiénes somos. La propuesta espiritual de Teresa es por ello también propuesta humanizadora.

"Considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas. Que si bien lo consideramos, hermanas, no es otra cosa el alma del justo sino un paraíso adonde dice El tiene sus deleites. Pues ¿qué tal os
parece que será el aposento adonde un Rey tan poderoso, tan sabio, tan limpio, tan lleno de todos los bienes se deleita? No hallo yo cosa con que comparar la gran hermosura de un alma y la gran
capacidad; y verdaderamente apenas deben llegar nuestros entendimientos, por agudos que fuesen, a comprenderla, así como no pueden llegar a considerar a Dios, pues El mismo dice que nos crió a su imagen y semejanza".

"No es pequeña lástima y confusión que, por nuestra culpa, no entendamos a nosotros mismos ni sepamos quién somos. ¿No sería gran ignorancia, hijas mías, que preguntasen a uno quién es, y no se conociese ni supiese quién fue su padre ni su madre ni de qué tierra? Pues si esto sería gran bestialidad, sin comparación es mayor la que hay en nosotras cuando no procuramos saber qué cosa somos, sino que nos detenemos en estos cuerpos, y así a bulto, porque lo hemos oído y porque nos lo dice la fe, sabemos que tenemos almas. Mas qué bienes puede haber en esta alma o quién está dentro en esta alma o el gran valor de ella, pocas veces lo consideramos; y así se tiene en tan poco procurar con todo cuidado conservar su hermosura".

"Consideremos que este castillo tiene -como he dicho muchas moradas, unas en lo alto, otras embajo, otras a los lados; y en el centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma".

(La fotografía: Catedral de La Vega, República Dominicana)


lunes, 26 de agosto de 2013

TRANSVERBERACIÓN DEL CORAZÓN DE TERESA.

Esta es una fiesta litúrgica del Carmelo Teresiano, que quiere evocar el intenso amor  con el que vivió Teresa su vida de creyente, consagrada, orante, y fundadora. En Dios encontró Teresa la fuente de esa honda sabiduría que aparece reflejada en sus escritos; en el Dios amor, cercano, lleno de misericordia, Señor y amigo.  Esa hermosura sin comparación a la que canta en sus poemas, y ora a lo largo de sus libros.

"Señor, Dios nuestro, que abrasaste de un modo maravilloso el corazón de nuestra madre santa Teresa con el fuego de tu Espíritu Santo, para fortalecerla en las empresas que por tu nombre había de realizar en la Iglesia; concédenos, por su intercesión experimentar la fuerza de tu amor y trabajar con generosidad por la venida de tu reino". 
(Oración litúrgica de esta fiesta)

domingo, 25 de agosto de 2013

LA PUERTA ESTRECHA

Esforzaos en entrar por la puerta estrecha” (Lc 13, 24)
Me viene al recuerdo el comentario de S. Juan de la Cruz a una cita paralela a esta, de S. Mateo: (Mt 7, 14): “¡Cuán angosta es la puerta y estrecho el camino que guía a la vida, y pocos son los que le hallan!”
es de notar que primero dice que es angosta la puerta, para dar a entender que para entrar el alma por esta puerta de Cristo, que es el principio del camino, primero se ha de angostar y desnudar la voluntad en todas las cosas sensuales y temporales, amando a Dios sobre todas ellas.
(…)
"Y así, querría yo persuadir a los espirituales cómo este camino de Dios no consiste en multiplicidad de consideraciones, ni modos, ni maneras, ni gustos, aunque esto, en su manera, sea necesario a los principiantes (…). Por que el aprovechar no se halla sino imitando a Cristo que es el camino y la verdad y la vida, y ninguno viene al Padre sino por él, según él mismo dice por San Juan (14,6 y 10,9). Y en otra parte dice: "Yo soy la puerta; por mí, si alguno entrare, salvarse ha. De donde todo espíritu que quiere ir por dulzuras y facilidad y huye de imitar a Cristo, no le tendría por bueno".
 
(San Juan de la Cruz, 
Subida del Monte Carmelo, II, cap. 7. n. 2 y 8)

Antonio González López, ocd.

sábado, 24 de agosto de 2013

HERENCIA TERESIANA

Las cuatro primeras carmelitas descalzas

 Enseguida creció el grupo, pero aquella mañana del 24 de agosto de 1562, solo cuatro mujeres iniciaron la aventura del Carmelo descalzo. Las pioneras.
Provenían del ambiente cercano a Teresa, y habían sido presentadas o propuestas por sus cercanos amigos y colaboradores.
El P. Gaspar Daza recomendó a Úrsula de los Santos; Pedro de Alcántara, presentó a Antonia del Espíritu Santo, a quien acompañaba espiritualmente; Guiomar de Ulloa trajo a su criada María de Paz; finalmente, Julián de Ávila, a su hermana María de la Cruz. Veamos algún dato de estas cuatro primeras carmelitas descalzas:
1. Úrsula de Revilla, que tomó el nombre de Úrsula de los Santos (41 años). Natural de Ávila. Hija de Martín de Revilla y María Álvarez de Arévalo. Fue la primera en vestir el hábito carmelita, quizá en atención a ser la mayor de las cuatro. Quedó como responsable de la comunidad cuando Teresa de Jesús tuvo que abandonar el monasterio ese mismo día de la fundación, para regresar a la Encarnación.  Profesó el 21 de octubre de 1564, y en 1574, fallecería en el mismo monasterio donde entró.
2. Antonia de Henao, que tomó el nombre de Antonia del Espíritu Santo (27 años). Nacida en Ávila en 1535. Sus padres fueron Felipe de Arévalo y Elvira Díez de Henao. Profesó, como Úrsula,  el 21 de octubre de 1564. Santa Teresa la llevaba muchas veces en sus viajes como compañera (Medina, Duruelo, Malagón,  Valladolid, Toledo…) y más tarde, con Juan de la Cruz, estuvo en la fundación de  los conventos de Granada y Málaga. Pedro de Alcántara, que  fue su confesor antes de entrar en San José, decía de ella: “tiene más oración labrando en su almohadilla que las religiosas en el Coro”. Murió en el Carmelo de Málaga en 1595.
3. María de Paz, que tomó el nombre de María de la Cruz. Desconocemos su edad. Natural de Ledesma (Salamanca). Era sirvienta en casa de doña Guiomar de Ulloa, y allí trató a menudo con Teresa antes de hacerse monja. Acompañó a la santa en la fundación de Valladolid, donde permaneció hasta su muerte, en 1588.
4. María de Ávila, que tomaría el nombre de María de S. José (37 años). Nacida en Ávila en 1525, hija de un tejedor de paños, Cristóbal de Ávila, y de Ana de santo Domingo. Era la mayor de ocho hermanos. Dos años menor que ella era su hermano Julián de Avila, sacerdote que ayudó a Teresa en sus fundaciones. Fue la última de las cuatro en hacer la profesión,  el 6 de julio de 1566, y fallecería la última también, en el monasterio de san José, en 1604.
Ninguna tenía otra dote que aportar que su corazón enamorado de Cristo y su deseo de vivir radicalmente según un estilo nuevo, basado en el amor, la libertad y la verdadera humildad. En un día como hoy, vale la pena recordar a cada una de estas mujeres, estas “cuatro huérfanas pobres”, piedras vivas del edificio teresiano.

("Para vos nací", web).

miércoles, 21 de agosto de 2013

CON PLENITUD Y ANCHURA...

“Tornemos ahora a nuestro castillo de muchas moradas. No habéis de entender estas moradas una en pos de otra, como cosa en hilada, sino poned los ojos en el centro, que es la pieza o palacio adonde está el rey, y considerar como un palmito, que para llegar a lo que es de comer tiene muchas coberturas que todo lo sabroso cercan. Así acá, enrededor de esta pieza están muchas, y encima lo mismo. Porque las cosas del alma siempre se han de considerar con plenitud y anchura y grandeza, pues no le levantan nada, que capaz es de mucho más que podremos considerar, y a todas partes de ella se comunica este sol que está en este palacio. Esto importa mucho a cualquier alma que tenga oración, poca o mucha, que no la arrincone ni apriete. Déjela andar por estas moradas, arriba y abajo y a los lados, pues Dios la dio tan gran dignidad…”.



Santa Teresa de Jesús

Castillo Interior
Primeras Moradas

VIDA EN EL CARMELO

En medio de la escalada de violencia y terror en Egipto nos llegan buenas noticias de nuestros hermanos Carmelitas Descalzos, que en medio del horror de la guerra han entregado su vida al Señor a través de la Profesión Religiosa. Desde esta página les acompañamos con nuestro apoyo y sobre todo nuestra oración...

martes, 20 de agosto de 2013

CRISTO, AMIGO VERDADERO.

Un texto esencial de Teresa que revela la centralidad de Cristo en su camino espiritual; todo el capítulo 22 de VIDA es una defensa de la Humanidad de Cristo. Capítulo importante porque hace de bisagra entre su breve tratado de oración y la continuidad del relato autobiográfico.
Así acaba Teresa diciendo: 

"Que siempre que se piense en Cristo nos acordemos del amor con que nos hizo tantas mercedes, y cuán grande nos le mostró Dios en darnos tal prenda del que nos tiene: que amor saca amor... Su Majestad quiere a quien le quiere...".

domingo, 18 de agosto de 2013

EXPERIENCIA CONTEMPLATIVA



"El místico puede acabar siendo un solitario, alguien que explora su propio misterio divino, buscando su hondura superior, un nivel de realidad que sobrepasa el nivel sentimientos y deseos de la mente. Por el contrario, el contemplativo está siempre abierto al encuentro personal: sabe mirar con intensidad, descubre y admira el valor de los demás, pudiendo avanzar así en la línea del diálogo personal, del amor mutuo.
Quizá pudiera decirse que el místico ama su propia verdad interior (o su vacío). Por el contrario, el contemplativo está preparado para amar a los demás en cuanto tales, pues goza al mirarles y goza al dejar que ellos le miren. Lógicamente, para que culmine y alcance su plenitud, como hermana de la amistad y/o el amor, la contemplación tiene que ser recíproca: mirar y ser mirado, amar y ser amado.
Por eso, decimos que el evangelio, buena nueva de reino, ha sido y sigue siendo una experiencia contemplativa. Jesús ha buscado a los hombres y mujeres de su entorno, les ha ofrecido amor en gesto poderoso de transformación y ha dialogado con ellos por encima de todas las posibles leyes que separan y distinguen a unos de los otros. Estrictamente hablando, él ha sido un contemplativo en el mundo. Así ha desplegado el amor como mirada directa, diálogo de amistad fundada en Dios, en transparencia fuerte, desde el centro de una sociedad convulsionada por todas las imposiciones y mentiras del mundo. Por eso, la herencia de su reino (su Espíritu) debe expresarse en formas de comunicación contemplativa: en diálogo de amor inmediato, de mirada a mirada, de corazón a corazón.
Por eso, sabiendo mirar a Jesús en clave de amor, el contemplativo cristiano ha de expresar y expandir su mirada en apertura hacia los hombres y mujeres que viven a su lado, en comunicación gratuita que puede interpretarse en claves de enamoramiento. Lógicamente, los grandes creadores cristianos han desarrollado la contemplación cristiana en formas de diálogo con Jesús. Entre ellos se puede citar Ignacio de Loyola y Juan de la Cruz".

(Xabier PIKAZA)

sábado, 17 de agosto de 2013

DESAFÍOS EN EL CARMELO

En el intento de renovar nuestra vida como carmelitas descalzos, hemos estado leyendo otra vez, paso a paso, los libros de Teresa, que es como dialogar con ella, para redescubrir el llamado original y el carisma, lo que aporta el Carmelo Teresiano a la comunidad eclesial. 
Una mirada desde el centro de la Orden constata: falta de alegría y convicción, Pobreza en la formación espiritual, escasa creatividad y pereza.  De ahí que necesitamos abrir las ventanas al optimismo, buscando IDENTIDAD, SEGURIDAD y APERTURA. Lo que da identidad es el carisma: conocido asimilado y vivido. Se constata también la creciente actualidad de nuestra espiritualidad (Mística). La gente anda en busca de maestros en este camino, por eso necesitamos tener EXPERIENCIA y FORMACIÓN en el campo espiritual.

DESAFÍO: comunidades fraternas, potenciadoras de nuestra humanidad y santidad. Fraternidad que trascienda lo formal. Cuidarnos de un concepto poco dinámico de la vocación, pues esta implica siempre maduración progresiva.

"Es menester no poner vuestro fundamento sólo en rezar y contemplar; porque, si no procuráis virtudes y hay ejercicio de ellas, os quedaréis enanas".
(7M4,9)

martes, 13 de agosto de 2013

HACER CAMINO...CON TERESA DE JESÚS

Dice Teresa: "Las cosas del alma se han de considerar siempre con plenitud y anchura y grandeza".

En Primeras Moradas(1), Teresa destaca lo siguiente:

1. La gran hermosura de un alma (es decir, de la persona).
2. Entrar dentro de sí, o conocimiento propio.
3. Imagen de Dios: Dios se deleita con la hermosura del alma; nos creó a su imagen y semejanza; habita en el centro de este castillo interior; muchas mercedes, que no pongan tasa a sus obras.
4. El camino de la interioridad es la oración.

Carisma teresiano: comunidades fraternas, orantes y al servicio del Reino.

La comunidad no es una abstracción; somos nosotros ("Caminar juntos").

Necesitamos: Reidentificación carismática. Nuevo estilo de comunidad, netamente teresiano.
Servicio cualificado e identificado (Encarnación).

HACER CAMINO....

Y hablando de oración, dice Teresa: "Como sea oración, ha de ser con consideración" (1M1, 7). No quedarnos en palabras, a menudo vacías, y poco interiorizadas. La oración, diálogo y escucha, que parta del propio conocimiento interior. Porque, dice, 
" Es cosa tan importante este conocernos".
 De ese conocimiento nace la HUMILDAD. Conocernos en la verdad de lo que somos, verdad que nace de nuestro ser en Dios.

 (Continua....)

sábado, 10 de agosto de 2013

TERESA: vagamunda, mística y profeta I

Dicen que soy una vagamunda e inquieta.
Así le contaba Teresa de Jesús a un buen amigo lo que se decía de ella. Aludía, claramente, a unas palabras de Felipe Sega, nuncio en España de 1577 a 1581.
Felipe Sega llega a España cuando las fundaciones teresianas ya están muy avanzadas pero, al contario que el nuncio anterior, no mira con buenos ojos el camino emprendido por Teresa. Lo que él había dicho de ella era lo siguiente:

Fémina inquieta, andariega, desobediente y contumaz que a título de devoción inventaba malas doctrinas, andando fuera de la clausura, contra el orden del Concilio Tridentino, y prelados, enseñando como maestra, contra lo que san Pablo enseñó, mandando que las mujeres no enseñasen.
Viniendo de un nuncio, no era ninguna tontería y Teresa se preocupó de sacar a luz la verdad: que no era desobediente ni andaba engañando. Más que por ella misma, por la causa, pues si andaba por los caminos fundando, si escribía, si enseñaba, era por sentir que era de Dios y no suya. Y por eso importaba aclarar la verdad: para que la obra de Dios no se perdiese.
A la vista de la actividad de Teresa, no resultan tan extrañas las palabras de Felipe Sega. De modo que, si no se saca a Teresa ni al nuncio de su contexto, ella se hace más grande y cercana. Podremos entrever, además, que aún hoy perdura algo de aquella visión misógina y reductora, y que la mística es más posible y fecunda de lo que solemos pensar.
Recorrer más de seis mil kilómetros, en las condiciones de aquella época –en las condiciones actuales, los kilómetros se multiplicarían. Comprar y vender casas, llevar la reforma material de las mismas. Tratar con grandes y pequeños, hombres y mujeres, gentes de iglesia y de mundo y hacerlo con tanta llaneza y deseo de bien como perspicacia.
Buscar compañeros, candidatos masculinos para la familia que acababa de fundar. Convertirse en su fundadora y formadora. Escribir libros, no solo para discernir su propio espíritu sino con la convicción de tener una palabra que decir, hasta comentar la Biblia ¡tan prohibido entonces!
Escribir, también, un sinfín de cartas: instruyendo, gobernando, acompañando, compartiendo, preocupándose… de las cuales guardamos apenas 500 y no son más que una muestra de la imponente actividad comunicativa de Teresa.
Si pensamos en una mujer del siglo XVI, monja además, hacer todo esto resulta sorprendente y hasta escandaloso para el corsé cultural del momento. Y parece comprensible que hubiera quienes no entendieran el camino que iniciaba Teresa y su forma de hacerlo.
Quizás lo más importante para nosotros ante esta Teresa, es recoger lo que se desprende de su modo de vivir en el espíritu: vagamundo para el nuncio y sus continuadores, místico y profético para la iglesia que iba a recoger su experiencia —iglesia que incluirá a quienes buscan la verdad sin reconocerla en Dios.
Teresa muestra un camino posible para la experiencia mística. Uno, consciente de que hay muchos caminos en este camino del espíritu. Y propone una experiencia no a pesar de las cosas que van sucediendo, sino a través de ellas, invita a gozar del cielo en la tierra.
El encuentro íntimo, la experiencia profunda, el acceso a ese otro mundo en este mundo, pide tiempo, inexcusablemente, requiere espacio y dedicación. Porque, como decía Juan de la Cruz no entendemos sino vías de carne y tiempo. Y para nosotros no hay mística que no se apoye en nuestra propia humanidad, que es carne y tiempo, y también circunstancia.
Pero es un camino que no se hace apartándose del raíl de la historia, ni en la sola quietud, ni en el replegarse. Se hace enfangándose en la espesura de lo cotidiano, en su vulgaridad también. Atendiendo a la necesidad próxima y distante, dedicando energías a resolver lo que la vida va trayendo, sean minucias o asuntos complejos. Los negocios y muchas cosas de las que hablaba Teresa, que decía: en ninguna manera dejéis de responder a su Majestad, aunque estéis ocupadas exteriormente.
A ella le llevó tiempo entender que era posible entre tanta barahúnda crecer el espíritu. Que se puede responder a su Majestad, gozar de estos toques de su amor, es decir, estar en contacto con lo más profundo y vivir la unión con Dios en todo, incluso en una actividad desbordante.
Escuchar hoy a Teresa, vagamunda y mística es entender así la experiencia mística: posible, real y comprometedora. Regaladora de una fuerza singular: la de la libertad del amor. Es comprender que lo más íntimo impulsa la actividad y la creatividad y crea la unidad. Es descubrir que Dios invita a recorrer un camino de solo amor, en el que su presencia se derrama y queda el alma con su Dios en aquel centro… atada por amor con Vos y Vos con ella.
Si ella está mucho con Él, como es razón, poco se debe de acordar de sí; toda la memoria se le va en cómo más contentarle, y en qué o por dónde mostrará el amor que le tiene. Para esto es la oración, hijas mías; de esto sirve este matrimonio espiritual: de que nazcan siempre obras, obras.

 Gema Juan

viernes, 9 de agosto de 2013

TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ (Edith Stein)

"La entrega de nuestra voluntad consiste en dar a Dios cuanto nos pida y podamos. Esa es la medida de nuestra santidad".

"El cuerpo no es una carga para el alma. Es su aposento, que le posibilita una vida libre y santa".

EDITH STEIN (1891- 1942)

miércoles, 7 de agosto de 2013

CONDICIONES PREVIAS DE LA VIDA DE ORACIÓN


"A menudo, ofrecemos como remedio  la oración. Pero...  me parece que la primera novedad extraordinaria que encontramos en Teresa es que su discurso no arranca de la oración, sino que desemboca en la oración. En nuestros documentos a menudo ponemos la oración en primer lugar, en base a un orden de prioridad. Teresa no lo hace así, sigue un orden práctico: lo primero en su intención (primus in intentione) no es lo primero que se realiza (primus in executione), es más podríamos decir que es lo último, al menos si entendemos por oración la «contemplación». Teresa nos dice que, si queremos aprender a orar, si verdaderamente queremos hacer de nuestra vida un camino de oración y viceversa, tenemos que poner bases existenciales sólidas, sin las cuales la oración o no se produce absolutamente, o al menos no se da del modo en que la piensa Teresa. Todos conocemos de memoria las tres condiciones previas de la vida de oración según Teresa:

La una es amor unas con otras; otra, desasimiento de todo lo criado; la otra verdadera humildad, que aunque la digo a la postre, es la principal y las abraza todas 
(C 4,4).

No se subrayará nunca suficientemente la centralidad de este texto para la comprensión del carisma teresiano. Es una síntesis muy eficaz de lo que es verdaderamente esencial en nuestra vida y no se puede quitar ni cambiar ninguna palabra".
INFORME «DE STATU ORDINIS»
Definitorio General Extraordinario
Ariccia, 5-12 septiembre 2011.

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...