miércoles, 28 de agosto de 2019

DESCUBRIR NUESTRA VERDADERA IDENTIDAD EN DIOS (El camino de la oración contemplativa)

1. Comenzamos diciendo lo siguiente: "Es esencial que cada persona ofrezca una respuesta personal a Dios en Cristo. Hay que asumir un riesgo. Hay que emprender un viaje". Tres ideas importantes: respuesta personal, riesgo, viaje, que se comprenden desde un nombre: Cristo.  Somos "cristianos" y en nuestra oración alimentamos nuesttra amistad con Cristo, y a través de Él, "Buscamos la plena conciencia contemplativa de la realidad", cada uno a su manera, a su nivel. Unirse a Cristo, a traves de la oración, en sus diversos grados, y así adquirir una "nueva visión". Recordamos lo de "nacer de nuevo".  Pero somos extremadamente complejos en lo que hacemos, y Dios es simple, por eso nos cuesta tanto despojarnos de todo ese exceso de equipaje, de toda esa complejidad, y simplemente estar, ser en Dios con Cristo.

2. PURIFICACIÓN: En nuestra oración devocional estamos  buscando siempre consuelo, seguridad; nos asusta la duda o la angustia o la incertidumbre. Digamos que esa oración corresponde a la etapa de "principiantes", pero luego debemos avanzar a la de "aprovechados", y en ella se nos pide y se nos ofrece algo más. 

"Que nadie conciba la contemplación como una evasión del conflicto, de la angustia o de la duda. Todo lo contrario: la profunda e inexpresable certeza de la experiencia contemplativa despierta una angustia trágica y abre en lo profundo del corazón muchas preguntas que son como heridas que no pueden dejar de sangrar". 

Es el camino de la oscuridad purificadora, en cuyo seno se esconde la luz que buscamos. La vida cristiana se presenta claramente en el NT, de forma primordial, como una participación en la vida de Cristo. Así como Jesús se vació en la cruz, transformando el vacío en plenitud, así debemos  experimentar nosotros la transformación espiritual, muriendo y resucitando con Él. "Nuestra vida en Cristo es una vida en proceso, y nuestra tendencia al pecado es en sí un misterio. Es la oscuridad que ha sido redimida por Cristo pero que constantemente y con esfuerzo tenemos que exponer a su mirada sanadora".

3. GRATUIDAD: Por eso importante saber que a Dios solo puede llevarnos Dios: no hay técnicas, ejercicios devotos, espiritualidades que sustituyan su hacer; son útiles en cierta medida si nos disponen para ello, o estorban cuando interfieren en la acción de Dios.  Progresar en el camino de la oración es siempre un regalo de Dios, y Él nos sorprende, superando nuestros planes. Lo nuestro es más bien abandonarnos a Su voluntad; Él está sobre nosotros, nos envuelve y nos sostiene. El contemplativo no es útil en el sentido en que el mundo pueda interpretar ese término, pero siendo fiel a esa inutilidad, la persona de oración aporta al mundo una dimensión cualitativa (Nouwen distingue "tener éxito" de "dar frutos"; la oración contemplativa no es exitosa, pero es fructífera).

4. Somos uno con Dios: nuestro yo más profundo no es tanto nuestro propio yo como el yo que es uno con "el Cristo Resucitado e Inmortal en quien todo está realizado en el Uno". Por eso hablamos de un viaje, y "el yo que emprende la andadura no es el yo que llega. El yo que inicia el viaje es alguien que creíamos ser. Es el yo que va muriendo en el camino hasta que al final no queda nadie. Ese no yo que queda es nuestro verdadero yo, el yo previo a esto a aquello, el yo en Dios, el yo más grande que la muerte, y que con todo, nace del morir. Ese es el yo que el Padre ama sin fin". 

5. Hablamos entonces de una oposición, entre el verdadero yo en Dios y el falso yo de los deseos egocéntricos. De ahí la importancia de preguntarnos en actitud orante: Quién Soy Yo, no en relación con esto a aquello particular, sino quién soy yo en última instancia ante Dios. Aquí entran muchas preguntas particulares, pero que deben conducirme progresivamente a la pregunta: ¿Quién soy yo de forma absoluta? La identidad que configuran mis muchas relaciones particulares (familia, esposo, hijos, amigos, trabajo, sociedad, comunidad) es real, pero ninguna de ellas, sola o en conjunto, constituyen la totalidad de mi ser. 

6. No significa el irrespeto hacia mi identidad o personalidad, resultado de todas esas interacciones. La vida espiritual ha de mostrar respeto profunda por toda nuestra persona, las realidades del día a día, y el yo que se va conformando. "Pero cuando la identidad relativa del ego se toma como mi identidad más honda y la única existente, cuando me aferro a este yo y hago de él el centro alrededor del cual y para cual vivo, entonces convierto mi identidad empírica en el falso yo. Ese yo entonces se erige en el mayor obstáculo para despertar a mi verdadero yo."

7. El verdadero yo es la totalidad de nuestro ser ante Dios (no una identidad oscura y oculta, ni que se haya extraviado en los laberintos de nuestra mente). Es el yo  que es, el que hemos de llegar a ser, aquel para lo que el Padre nos creo. Y ese yo es simple, como Dios es simple. Es esa conciencia contemplativa de la verdadera oración. De ahí el vínculo entre el conocimiento propio que permite aflorar ese yo verdadero y la oración contemplativa. Es orando donde descubrimos nuestro yo verdadero. Nos descubrimos como niños que se han extraviado y han olvidado  cuál es su verdadero hogar. 

8. La vida espiritual, en su totalidad, encuentra su cumplimiento llevando nuestra vida entera a una comunión transformadora y llena de amor con el Dios inefable. Y por eso, "la vida espiritual se ha de seguir con toda seriedad como si no hubiera vida espiritual. Esa es la única forma sana y segura de adentrarse en las aguas profundas del Espíritu". Y ha de llevarse con la sencillez propia de los niños, y sabiendo que no hay vida espiritual que se halle separada de la misma vida.  Solo hay una vida y esa es la vida de Dios, que Él nos da momento tras momento, atrayéndonos hacia sí con cada aliento sagrado que tomamos

9. Hay que señalar, no obstante, que lo que buscamos al orar no es la misma oración sino a Dios. Lo que buscamos no es una experiencia de Dios sino al Dios vivo, inherente, a la par que trascendente, a toda experiencia. Algunos buscan ganar algo al convertirse en "personas espirituales", pero "siendo místico no eres más de lo que eras antes, sino menos.De hecho, no queda nadie, salvo Dios". De ahí que debamos acudir a la oración del mismo modo que un niño toma un vaso de agua, y orar con sencillez; nuestra oración no nos confiere niunguna identidad, no embellece ni añade nada a ese ego que anda buscando reconocimiento o recompensa. Al contrario, es una senda de abandono, de vaciamiento, de "nada, nada, nada" para ir al Todo. 


10. Así, es en Dios en Quien redescubrimos y recuperamos lo que entregamos en el camino para unirnos a Él. Y es en la oración donde nos descubrimos en Dios. La oración es un viaje en el que, si Dios desea que solo demos un paso, ese paso nos lleva al paraíso; pero si nos empeñamos en dar dos y no uno, ese otro puede hacernos caer en el pozo del infierno (del falso yo que ora no para encontrar a Dios, sino para hallarse y engrandecerse a sí mismo). La búsqueda entusiasta de experiencias y logros tiene poco o nada que ver con la verdadera oración

"Buscar lo limitado en un lugar definido es limitarlo y, por consiguiente, no encontrarlo. Una vez que nos damos cuenta de esto, todo pasa a ser un símbolo potencial que hace posible la comunión con Dios".

Vamos entonces a resumir lo anterior con estas ideas: "Dios está en todas partes y por eso nunca está en otro lugar más que en aquel en el que nosotros estamos en cada instante". La oración, y también la purificación que experimentamos en ella, nos ayudan a encontrar a Dios para que podamos "vivir en plenitud", es decir, a conciencia y con gratitud, y a traves de nuestra propia presencia, invitar a otros a vivir de igual manera. "La autentica experiencia religiosa nos desafía constantemente a vivir a la altura de las continuas demandas del amor, encarnadas en nuestros hermanos y hermanas necesitados".

(Resumido, y apuntado, desde la lectura de "El Palacio del Vacío de Thomas Merton", James Finley, Sal Terrae)

lunes, 26 de agosto de 2019

TRANSVERBERACION DE SANTA TERESA DE JESÚS

HOY SE CELEBRA LA TRANSVERBERACION DE SANTA TERESA DE JESÚS, NUESTRA MADRE

La palabra transverberación proviene del latín "transverberare", que quiere decir "traspasar de un golpe, hiriendo". Los teólogos lo definen como una gracia espiritual especial por la que la persona que la recibe, llena de amor divino, y que tiene el corazón traspasado por una espada. Es un signo de comunión sublime con Jesucristo sufriente. Santa Teresa de Jesús no fue la única que "sufrió" este fenómeno, sino que también se cuenta de la vida de la franciscana italiana Clara de Montefalco. Es notable Santa Teresa escribía esta situación en su diario:

"Vi a mi lado a un ángel que se hallaba a mi izquierda, en forma humana. Confieso que no estoy acostumbrada a ver tales cosas, excepto en muy raras ocasiones. Aunque con frecuencia me acontece ver a los ángeles, se trata de visiones intelectuales, como las que he referido más arriba . . . El ángel era de corta estatura y muy hermoso; su rostro estaba encendido como si fuese uno de los ángeles más altos que son todo fuego. Debía ser uno de los que llamamos querubines . . . Llevaba en la mano una larga espada de oro, cuya punta parecía un ascua encendida. Me parecía que por momentos hundía la espada en mi corazón y me traspasaba las entrañas y, cuando sacaba la espada, me parecía que las entrañas se me escapaban con ella y me sentía arder en el más grande amor de Dios. El dolor era tan intenso, que me hacía gemir, pero al mismo tiempo, la dulcedumbre de aquella pena excesiva era tan extraordinaria, que no hubiese yo querido verme libre de ella."


Viene al caso el poema escrito por la Santa: 


Ya toda me entregué y di,

y de tal suerte he trocado,

que mi Amado es para mi,

y yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce Cazador

me tiró y dejó rendida

en los brazos del amor,

mi alma quedó caída.

Y cobrando nueva vida,

de tal manera he trocado,

que es mi Amado para mí,

y yo soy para mi Amado.

Hierome con una flecha

enherbolada de amor,

y mi alma quedó hecha

una con su criador.

Yo ya no quiero otro amor,

pues a mi Dios me he entregado,

y mi Amado es para mí,

y yo soy para mi Amado.


(Poesía Nº 3: Sobre aquellas palabras “dilectus meus mihi”)

sábado, 24 de agosto de 2019

INICIO DEL CARMELO TERESIANO

Hoy, 24 de agosto, nuestra amada Orden de los Carmelitas Descalzos celebra 457 años de la fundación del Convento de San José de Ávila, el primero de la reforma teresiana. En este día de 1562 tomaron el hábito las primeras carmelitas descalzas, y se cumplía el  deseo de la madre Teresa de crear una pequeñas comunidad, fraterna y orante, a imagen del colegio de Cristo, para vivir en amistad con Jesús y al servicio de la Iglesia.

Nos dice Teresa de Jesús sobre ese día: "...Fue el Señor servido que, día de San Bartolomé, tomaron hábito algunas y se puso el Santísimo Sacramento, y con toda autoridad y fuerza quedó hecho nuestro monasterio del gloriosísimo padre nuestro San José, año de mil y quinientos y sesenta y dos. Estuve yo a darles el hábito, y otras dos monjas de nuestra casa misma, que acertaron a estar fuera...me dio gran consuelo de haber hecho lo que tanto el Señor me había mandado, y otra iglesia más en este lugar, de mi padre glorioso San José, que no la había..."

Elevamos nuestra acción de gracias, rememorando nuestros origenes como familia religiosa, al ser parte de un proyecto espiritual de siglos que ha dado a la Iglesia y al mundo tantas bendiciones.

martes, 20 de agosto de 2019

NOCHE PASIVA DEL ESPÍRITU (resumen)

En la Noche, Dios viene a nosotros a su modo, no al nuestro, por eso nos cuesta. 

1. En el primer libro de la Noche
Principiantes (meditan), 
aprovechados (contemplativos) y 
perfectos (unión). 

2. Vicios espirituales de los principiantes: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula espiritual, envidia y acedia espiritual.

3. Paso del gozo a la noche pasiva.

4. Señales de la noche y purgación sensitivas 
(en paralelo con 2 Subida13)

a. No hay gusto ni consuelo en las cosas de Dios, pero tampoco en las cosas creadas.
b. Trae la memoria en Dios con solicitud y cuidado penoso, pensando que no sirve a Dios, sino que vuelve atrás. 
c. No puede ya meditar ni discurrir en el sentido de la imaginación, aunque más haga por su parte. 

Capítulo 10: ¿Qué hemos de hacer entonces? Consuélense, perseverando en paciencia; el alma libre y desembarazada; advertencia amorosa en Dios; súfrase y estese sosegado. 

Capítulos 12 y 13: Provechos de la noche.

1. Conocimiento de sí y de su miseria.
2. Ve que de suyo no hace nada ni puede nada.
3. Nace al alma tratar con Dios con más comedimiento y más cortesía.
4. Luz sobre la grandeza y excelencia de Dios.
5. Queda libre y limpio el entendimiento para entender la verdad..
6. Humildad espiritual.
7. Amor al prójimo: los estimula y no los juzga como antes.
8. Se hacen más sujetos y obedientes en el camino espiritual.

Además: vive el alma tranquila y en tranquilidad espiritual. Trae ordinaria memoria de Dios. Se ejercita en las virtudes. Temor y recelo de volver atrás. Delectación de la paz. Limpieza y pureza de alma. Libertad de espíritu. Suavidad espiritual y amor muy puro.
Conocimiento espiritual..

Capítulo 14: Resumen y conclusión de la noche pasiva del sentido.
            Aparecen graves trabajos y tentaciones:
             1. Espíritu de fornicación.
              2. Espíritu de blasfemia.
               3. Espíritu de escrúpulos. 
  Duración diversa de estas pruebas, según la persona.

domingo, 18 de agosto de 2019

EL CAMINO DE LA MEDITACIÓN

"¿Por qué meditar en unos tiempos como estos? Porque el Anhelo no cesa. El anhelo de comprender qué somos y cómo vivimos en coherencia con ello;  no meditamos para sentirnos bien, ni para pacificarnos o aliviar el estrés. Meditamos para vivir lo que somos. Meditar es vivir conscientemente, es serEl ser humano puede durante un tiempo alejarse de si mismo, perderse en los vericuetos de su mente pensante o extraviarse en compensaciones que lo adormecen, pero no podrá dejar de escuchar la voz del Anhelo que lo llama a casa, a vivir con consciencia, libertad y plenitud.

Es normal que, mientras somos jóvenes, busquemos fuera lo que imaginamos que nos llenará. Pasada una cierta edad, y tal vez alguna crisis, la mirada se dirige hacia adentro. En ese momento, suele ocurrir que se busque el camino del conocimiento de sí mismo, de la interioridad, el camino de la meditación.
En realidad se trata de la búsqueda primera del ser humano, y que se traduce en la pregunta: ¿qué soy yo?, y que introduce en el camino de la espiritualidad genuina. La espiritualidad consiste en responder adecuadamente a esa pregunta.

Si por espiritualidad, en el sentido genuino del término, entendemos la comprensión profunda (experiencial, vivencial) de lo que somos, la práctica meditativa es el camino para avanzar en esa comprensión. Así entendida, la práctica es el medio para aprender a acallar la mente. Ya que como decía krishnamurti, "solo una mente en silencio puede ver la verdad, no una mente que se esfuerza por verla".

Hablando con propiedad, la meditación es infinitamente más que la práctica. La meditación hace referencia a un estado de consciencia que, trascendiendo la mente,nos conduce del "estado mental" al "estado de presencia". En ese sentido, meditación y espiritualidad serían prácticamente equivalentes, y podrían plasmarse en la comprensión y la vivencia de lo que somos en profundidad.


En su sentido original, la meditación trasciende las religiones. Es la práctica de acallar la mente y, por tanto, las creencias, dado que toda creencia es solo un constructo mental. Las "religiones" son lecturas mentales de esa dimensión profunda de lo humano y de lo real, a las que nos referimos con el término "espiritualidad". Lógicamente, tales lecturas son legítimas, siempre que no se absoluticen y confundan lo que es una creencia con la verdad.

Si cada creencia es un mapa, circunscrito a las personas que aceptan su credo, la espiritualidad se refiere al territorio, y es por tanto abierta y universal. Los mapas resultan peligrosos cuando se absolutizan, porque confunden y fanatizan. La sabiduría nos invita a vivir el paso de los mapas religiosos al territorio común y compartido de la espiritualidad.

En el caso cristiano, habría que distinguir la oración (reflexiva, afectiva, personal) de la contemplación sin objeto. En este último caso, será equivalente a la meditación. Meditación o contemplación, en cuanto prácticas, son el camino para silenciar los pensamientos, los deseos y el protagonismo del yo. Gracias a ellas se nos regala el acceso al estado meditativo o contemplativo, la "vuelta a casa". La identificación con el yo y su protagonismo, que paradójicamente suele ser muy fuerte también en el campo religioso, nos alejan de nuestra verdad, nos mantienen en la ignorancia y perpetúan la confusión y el sufrimiento. Solo el silencio del yo - de la mente, de la voluntad, del protagonismo en la acción- nos abre a la comprensión y vivencia de nuestra verdad: porque, más allá del yo y de las formas en que nos experimentamos, somos Silencio consciente".

Enrique Martínez Lozano
Revista Vida Nueva

miércoles, 14 de agosto de 2019

ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

"El hecho de que la Asunción sea una de las fiestas más populares de nuestra religión no garantiza que se haya entendido siempre correctamente. Todo lo que se refiere a María tiene que ser tamizado por un poco de sentido común que ha faltado a la hora de colocarle toda clase de capisayos que la desfiguran hasta hacerla inútil. La mitología sobre María puede ser positiva, siempre que no se distorsione su figura, alejándola tanto de la realidad que la convierta en una figura inservible para un acercamiento a la divinidad.

La Asunción de María fue durante muchos siglos una verdad de fe aceptada por el pueblo sencillo. Solo a mediados del siglo pasado, se proclamó como dogma de fe. Es curioso que, como todos los dogmas, se defina en momentos de dificultad para la Iglesia. En este caso no fueron las discusiones teológicas las que provocaron la definición de una verdad de fe sino la intención de dar al pueblo una confirmación oficial de sus intuiciones sobre María. De esta manera se intentaban apuntalar los privilegios que la sociedad le estaba arrebatando.

Hay que tener en cuenta que una cosa es la verdad que se quiere definir con un dogma, y otra muy distinta la formulación en que se expresa esa verdad. Ni Jesús ni María, ni ninguno de los que vivieron en su tiempo, hubieran entendido nada de esa definición. Sencillamente porque está hecha desde una filosofía completamente ajena a su manera de pensar. Para ellos el ser humano no es un compuesto de cuerpo y alma, sino una única realidad que se puede percibir bajo diversos aspectos, pero sin perder nunca su unidad.

No podemos entender literalmente el dogma. Pensar que un ser físico, María, que se encuentra en un lugar, la tierra, es trasladado localmente a otro lugar, el cielo, no tiene ni pies ni cabeza. Hace unos años se le ocurrió decir al Papa Juan Pablo II que el cielo no era un lugar, sino un estado. Se armó un gran revuelo en los medios de comunicación, aunque nunca la doctrina oficial había dicho que el cielo está allá arriba. Pero me temo que la inmensa mayoría de los cristianos no ha aceptado la explicación, porque está demasiada arraigada la idea de un cielo como lugar a donde irán los buenos.

Cuando el dogma habla de “en cuerpo y alma”, no debemos entenderlo como lo material o biológico por una parte, y lo espiritual por otra. El hilemorfismo, mal entendido, nos ha jugado un mala pasada. Los conceptos griegos de materia y forma son, ambos, conceptos metafísicos. El dogma no pretende afirmar que el cuerpo biológico de María está en alguna parte, sino que todo el ser de María ha llegado a identificarse con Dios.

Cuando nos dicen que fue un privilegio, ¿de qué están hablando? Para los que han terminado el curso de esta vida, no hay tiempo. Todos los que han muerto están en la eternidad, que no es tiempo acumulado, sino un instante eterno. La materialización del más allá, como si fuera un trasunto del más acá, nos ha metido en un callejón sin salida; y parece que muchos se siguen encontrando muy a gusto en él. Del más allá no es una prolongación de la vida del aquí abajo, de la que conocemos sus condicionantes.

No sé lo que pensó Pío XII al proclamar el dogma, pero yo lo entiendo como un intento de proponer, que la salvación de María fue absoluta y total, es decir, que alcanzó su plenitud. Esa plenitud solo puede consistir en una unificación e identificación con Dios. María ha terminado el ciclo terreno por un proceso interno de identificación con Dios. En esa identificación con Dios no cabe más. Ha llegado al límite de las posibilidades. Lo eterno se ha despojado de todo lo caduco y resplandece en ella para siempre.

Que nadie piense que vamos contra el dogma de la Asunción. Lo que pretendemos es superar una manera de entenderlo que es ininteligible hoy. Es imposible meter las realidades trascendentes en conceptos humanos. Lo vamos a seguir intentando pero, al hacerlo, debemos tener en cuenta la precariedad de los resultados. Los conceptos utilizados no podemos entenderlos en sentido estricto, por eso la manera de entenderlos será siempre acomodada al universo conceptual que en ese momento utilizamos.

El paradigma que nos permite interpretar la realidad en un momento determinado de la historia y de la cultura, no podemos elegirlo a capricho, viene dado por una infinidad de condicionantes que no tenemos más remedio que aceptar, si no queremos quedar aislados y sin posibilidad de entendernos con los demás. Es inútil pretender seguir usando en el ámbito religioso un universo conceptual ya superado. Lo único que conseguiremos será entrar en una esquizofrenia intelectual que puede engañarnos pero no satisfacernos.

Los cristianos tenemos todo el derecho de seguir utilizando a María como ejemplo de acercamiento a la divinidad. No tiene importancia que, al hacerlo, nos alejemos de la paisana de Nazaret que fue la madre de Jesús. Lo que importa es que la María mitificada nos ayude, de verdad, a entender mejor lo que somos todos nosotros.

Desde el momento en que a Jesús fue entendido como Hijo de Dios, hemos caído en la trampa de verlo solo como divino y alejarlo de nuestra humanidad. Esa separación ha llegado a ser tan abismal y lo ha alejado tanto de nosotros que ya no podemos encontrar en él el modelo de ser humano, aunque el único título que Jesús se dio a sí mismo fue el de “Hijo de hombre”. Sin esa indispensable conexión con lo humano, lo colocamos de entrada en el ámbito de lo divino y no lo podemos percibir como uno de nosotros.

El principal objetivo de todo lo que se ha dicho de María, sería precisamente superar este escollo, y descubrir en ella la figura completamente humana que nos permita acercarnos a la divinidad descubriéndola en ella. Precisamente porque no existe el peligro de confundirla con Dios, podemos ensalzarla hasta el infinito y ver en ella reflejada toda la fuerza de la divinidad. De esta manera podemos entender que esa misma divinidad está también involucrada en nuestra propia existencia.

No debemos desmantelar toda la riqueza teología que hemos volcado sobre María durante muchos siglos. Lo que debemos hacer es traducir al lenguaje de hoy todos esos conceptos que ya no son comprensibles para nuestra manera de entender el mundo. Si esta tarea la llevamos a cabo con humildad y coherencia, podemos descubrir un filón de posibilidades de comprensión de la figura de Jesús y de la verdadera encarnación.

Es verdad que el pueblo sencillo no se equivoca nunca. Pero los que interpretamos las convicciones de ese pueblo sí podemos equivocarnos y darles un sentido que no tuvieron en su origen. Debemos estar mucho más atentos a lo que vive la Iglesia como pueblo de Dios, que a lo que nos dicen los teólogos o los especialistas de la religión. Cuando se habla de la infalibilidad, hay que tener en cuenta que es siempre la expresión de un sentir de la comunidad, no de la ocurrencia de una persona por muy Papa que sea".

Meditación

Más allá del tiempo y del espacio,
María está ya en Dios y Dios en ella.
Despojada de todo lo caduco,
lo eterno se desplegó sin límites.
En esa eternidad estamos todos
aunque apegados aún a lo caduco.

Fray Marcos
(Religión Digital)

jueves, 8 de agosto de 2019

TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ (Edith Stein)

Invito a todos a contemplar sus valientes opciones, expresadas en una auténtica conversión a Cristo, así como en el don de su vida contra toda forma de intolerancia y perversión”, ha señalado el Papa Francisco con respecto al ejemplo de vida de santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein.

Hoy, 7 de agosto de 2019, durante el saludo a los peregrinos de lengua italiana y después de dirigir un pensamiento especial para los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados, el Santo Padre ha recordado que pasado mañana, 9 de agosto, se celebra la fiesta de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, virgen, mártir y copatrona de Europa.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein, nació en Breslau, Polonia (entonces Alemania) en 1891. Edith fue una destacada filósofa judía, una buscadora incesante de la verdad, la cual halló tras la lectura de la autobiografía de Teresa de Jesús. Se bautizó en 1922 y, en 1933, cuando el holocausto judío había estallado, ingresó en el Carmelo de Colonia.

El 2 de agosto de 1942 los nazis la detuvieron a ella y a su hermana Rosa, que había seguido sus pasos y era portera del convento. El 9 de agosto ambas murieron junto a 987 judíos en la cámara de gas de Auschwitz-Birkenau.

Juan Pablo II la beatificó en 1987 y la canonizó en 1998. Un año después, en 1999, la declaró copatrona de Europa.

(Tomado de : ZENIT)

miércoles, 7 de agosto de 2019

SAN ALBERTO DE TRAPANI

Hoy en el Carmelo celebramos la memoria de San Alberto de Trápani, Sacerdote Carmelita de la Antigua Observancia. 
En realidad se sabe muy poco de él y debe ser porque al ser un santo de los más antiguos de la Orden como que su vida se confunde con los estilos propios de su tiempo y que muchas veces llenaron las vidas de los santos con hechos tan portentosos que los hacían más admirables que imitables, y lo cierto es que el hombre de hoy necesita modelos de vida que sean fáciles de seguir y emular. 

Ciertamente que San Alberto de Trápani es uno de esos santos, como todos lo son en realidad, que es posible tener como modelo de seguimiento de Jesús y de eso se trata, de hacer su vida entendible para el hombre y la mujer de hoy. Creo que la riqueza de la vida de los santos, sea cual sea su momento histórico, es la capacidad de trascender el tiempo haciéndose modelo de todos.
Quisiera resaltar algunos aspectos de su vida que bien podrían servir a las personas de hoy:
+ Fue un hombre de profunda comunión con Dios a través de la oración. En este sentido nos recuerda hoy la importancia de tener espacios de encuentro con Dios que es el mismo ayer, hoy y siempre.
+ Fue un hombre profundamente caritativo, solidario, atento a las necesidades de las personas de su tiempo.
+ Fue un gran predicador, que hablaba a la gente con claridad y convicción, lo que nos enseña la importancia de ser auténticos y valientes a la hora de decir las cosas.
+ Fue un hombre profundamente respetuoso de su cuerpo y del de los demás, de ahí que sus biógrafos resaltan su pureza, la misma que no tendría sentido si es que no se sustenta en el respeto y proyección a los demás en el ejercicio de un auténtico amor.
Estas son, entre otras, las enseñanzas que nos da san Alberto de Trápani, un santo para todos los tiempos.



En el oficio propio que tiene el santo se reza un precioso himno. En él se encuentran elementos biográficos y se perciben elementos propios de la época. Sin embargo no deja de ser una joya litúrgica que nos acompaña en la oración en su día.


Hoy nace para el cielo
Alberto Carmelita;
celestes moradores
a Alberto felicitan.


Las galas mundanales
valiente menosprecia,
y, entrando en el Carmelo,
a Dios todo se entrega.


Con dura penitencia
domando las pasiones,
será sol que difunde
sagrados esplendores.


Satán pretende astuto
que la oración acorte;
Alberto persevera
orando día y noche.


Desde tu gloria mira,
hermano, a tus hermanos,
que, como tu, de Cristo
ser copia procuramos.


Uno y Trino, a Ti, gloria
dios padre, con Dios Hijo
y Dios santo Paráclito
por siglos infinitos. Amén.

Y si quieren conocer sobre él, recomiendo leer una biografía muy bien elaborada que nos lo presenta con datos históricos y nos lo muestra en facetas creíbles.


Debo agregar que Santa Teresa de Jesús, nuestra madre, fue muy devota de san Alberto a quien llamaba «nuestro padre San Alberto». Además san Alberto encabezaba la lista de sus protectores. Por otro lado mandó pintar imágenes de él, e incluso mandó traducir del latín alguna biografía suya.

(Tomado del blog: Tratar de amistad, escrito por José Luis).
https://tratardeamistad.blogspot.com/

lunes, 5 de agosto de 2019

NOCHE OSCURA Y DIRECCIÓN ESPIRITUAL

"La mala dirección espiritual tiene como efecto lo siguiente. El alma que experimenta la aridez y la "noche", necesarias para la purificación, se llega a alguien que insiste en que esto es fruto del pecado o de alguna causa natural (pereza, tibieza o melancolía). Los directores estrictos o inexpertos dicen al alma que vuelva atrás, pues no halla gusto ni consuelo como antes en las cosas de Dios (Subida, prólogo 5).

Así, retrasan al alma y doblan el trabajo, al aumentar la carga de padecimientos y reproches. Hacen a las dichas almas revolver en sus vidas y hacer muchas confesiones generales y crucificarlas de nuevo. El gran error de esos confesores es que confían en sus propios métodos y solo conocen un tipo de espiritualidad (la activa). Insisten en forzar al alma a conformarse a los libros y no respetan sus necesidades individuales. No tienen respeto ni conocimiento de la acción divina.

San Juan de la Cruz insiste en la precisión y eficacia de esta acción misteriosa de Dios, que actúa en secreto en el alma, de forma imperceptible, a veces entre grandes sufrimientos: los biuenes que esta callada comunicación y contemplación deja impresos en el alma, sin ella sentirlo entonces, como digo, son inestimables; porque son unciones secretísimas, y por tanto delicadísimas del Espíritu Santo, que secretamente llenan al alma de riquezas, dones y gracias espirituales, porque, siendo Dios el que lo hace, hácelo no menos que como Dios.

Estas unciones no las comprende ni el alma ni el director, sino solo Dios, aunque la más mínima intervención del alma puede arruinar la obra divina. Se provoca un grave daño, ya que la obra de Dios queda inservible. ¡Cuán grande y cuán habitual es este mal! Los herreros espirituales que reprenden al contemplativo por la ociosidad de su oración, al no estar constantemente obrando o haciendo algo. Querer hacer caminar al alma todavía con el sentido cuando Dios la está guiando pasivamente es hacerla retroceder (Llama de amor viva B 3,53). 

La buena dirección incluye reconocer la acción de Dios y aceptar el hecho de que cuando él actúa, ninguna intervención nuestra puede ser de ayuda, siendo más bien un obstáculo".

Thomas Merton
San Juan de la Cruz, en Curso de mística cristiana en trece lecciones
Sígueme 2018

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...