miércoles, 24 de diciembre de 2014

LA NOCHE DE NAVIDAD DE TERESA DE LISIEUX

“La Noche de Navidad de 1886 la llamará Teresa de Lisieux su noche de luz, ‘la noche de mi conversión’. Un acontecimiento capital transforma el resto de su vida: el paso de la infancia a la edad adulta.

El padre y las hijas vuelven de la misa del gallo. ‘Al llegar, comencé a saborear la alegría de ir a la chimenea a recoger (los regalos) en mis zapatos..' Pero esta vez el padre.. ‘No vio con gusto aquella noche los zapatos colocados en la chimenea y pronunció unas palabras que me partieron el corazón: !En fin, menos mal que ya es el último año!’. La reacción del señor Martín desmitologiza de un golpe a los ojos de Teresa el rito de los zapatos en la chimenea y lo desvaloriza radicalmente.

 Un pasaje de una carta de 1896 es todavía más explícita: ‘La noche de Navidad de 1886 fue en verdad decisiva en mi vocación, pero para calificarla con más claridad debo llamarla la noche de mi conversión. En esa noche bendita de la cual está escrito que ilumina las delicias del mismo Dios, Jesús, que se hacía niño por mi amor, se dignó sacarme de los pañales e imperfecciones de la infancia. Me transformó de tal suerte que no me conocía a mi misma’.

Ese don de la fuerza se le concede, paradójicamente,  en la fiesta de Navidad, cuando Cristo aparece como un niño, como un ser sin fuerza. El Cristo de la conversión de Teresa es el que se muestra fuerte a través de su debilidad…En esta narración de conversión se describe una especie de choque luminoso..esta noche de luz que ella vivió no la llama Teresa así a causa de una iluminación especial que hubiera tenido, sino de un acto que se operó y a través del cual quedó ella transformada..Cristo la hizo salir de la infancia, siendo éste el principio del último período de su vida, el período adulto y definitivo.

 Habrá que recordar siempre, cuando se hable del ‘camino de infancia’ de Teresa de Lisieux, que no puede tratarse de una invitación a la regresión y la puerilidad, puesto que Cristo se le presentó a Teresa como el que le concede lo que ella estima decisivo: salir de la infancia, y para siempre.

Si Teresa insiste en el papel de Cristo en esta transformación que se opera en ella, no hay que olvidar la cooperación que ella aportó a su vez, y el valor con que dio el paso. Teresa acepta con energía todas sus frustraciones..Puede decirse que la fuerza de alma es en Teresa el fondo mismo de su carácter… La conversión de Navidad consiste precisamente en que para ella Jesús viene a darle su fuerza y la acepta como una niña, lo cual precisamente le permite no ser ya como una niña. En adelante ésa será la fuente de su alegría. La conversión de Navidad la vuelve.. ‘armada para la guerra’, todo lo contrario a las imágenes insípidas con que se ha querido presentarla.”

JEAN FRANCOIS SIX. La verdadera infancia de Teresa de Lisieux.


A todos y todas, amigos y amigas, les deseo
!FELIZ NAVIDAD!



domingo, 14 de diciembre de 2014

LAS CONDICIONES DEL PÁJARO SOLITARIO:


Son cinco.


La primera, que se va lo más alto;
la segunda, que no sufre compañía, aunque sea de su naturaleza;
la tercera, que pone el pico al aire;
la cuarta, que no tiene determinado color;
la quinta, que canta suavemente.

Las cuales ha de tener el alma contemplativa que se ha de subir sobre las cosas transitorias, no haciendo más caso de ellas que si no fuesen, y ha de ser tan amiga de de la soledad y silencio, que no sufra compañía de otra criatura; ha de poner el pico al aire del Espíritu Santo, correspondiendo a sus inspiraciones, para que haciéndolo así, se haga más digna de su compañía; no ha de tener determinado color, no teniendo determinación en ninguna cosa, sino en lo que es voluntad de Dios; ha de cantar suavemente en la contemplación y amor de su Esposo.


SAN JUAN DE LA CRUZ

sábado, 13 de diciembre de 2014

SUBIDA Y CÁNTICO: DOS MOMENTOS DE UNA EXPERIENCIA

“La obra de San Juan de la Cruz, más biográfica y experiencial que dogmática,  ha de entenderse en su totalidad,  de manera que no puede limitarse sólo al tema del Cantar de los Cantares (Cántico), ni al de la Subida con las “Nadas”. Ambos momentos (Subida y Cántico) han de verse en unidad, como las dos caras de una misma experiencia del Dios “extraño” que se hace lo más íntimo del hombre. Según esto, el Cántico no se puede entender simplemente como un juego poético de juventud que debe superarse para así pasar después al plano superior del duro “ascenso” ascético, formulado por la “nadas” (con su elemento de Cruz), sino que ofrece los símbolos primeros y finales de su vida y de su obra, permitiendo de esa forma que podamos entenderla en su totalidad.

Sin abrirse a la experiencia del Cántico, las “nadas” de la Subida terminarían siendo un puro masoquismo. Pero sin arraigarse en las “nadas” de la Subida (sin entender el amor como pérdida de sí), las formulaciones del Cántico podrían convertirse en evocación poética vacía, que no puede “crear” aquello que proclama ni venir a presentarse como plenitud de la existencia humana."



XABIER PIKAZA. San Juan de la Cruz: sus cuatro obras principales. Conferencia en Úbeda, 2013.

lunes, 1 de diciembre de 2014

RENOVACION DEL CARMELO TERESIANO...



Para que la vida religiosa, dentro de la Iglesia, conserve su talante evangélico, ha de estar siempre renovándose, buscando ser respuesta viva a la llamada de Jesús y a las necesidades concretas del mundo en el que está llamada a vivir el seguimiento desde un carisma concreto. Sin embargo, al convertirse en institución, en estructura, la vida religiosa se estanca, se instala, y ya no puede estar todo lo disponible que hace falta para ser evangelio. Por eso deberían ser importantes, momentos especiales, las Reuniones Capitulares que se realizan en las diversas instancias de cada familia religiosa, y sin embargo, salvo los Capítulos Generales, los demás suelen ser puros encuentros formales, que se quedan en agua de borrajas; documentos, normas a revisar, cambio de responsabilidades, e incluso lucha interna por pequeñas parcelas de poder. Falta a menudo visión de futuro, libertad para deshacer lo que lastra el crecimiento, compromiso de asumir de  verdad, y no formalmente, el seguimiento radical del Maestro. Ahora los Carmelitas Descalzos han realizado un Definitorio especial, un año antes de su Capítulo General, y de ahí han emanado algunos documentos de interés que he estado revisando, en los que encuentro ideas interesantes para pensarnos como vida religiosa en la Iglesia, con propuestas que de aplicarse adecuadamente supondrían algún cambio de mentalidad para entender quiénes somos y a qué estamos llamados.
 En esta etapa que la Orden va finalizando, y que cierra con las celebraciones del Centenario del nacimiento de Teresa, nuestra madre, se convocó a todo el Carmelo a releer sus libros detenidamente, reflexionando en el proyecto del cual hoy somos partícipes. Era una buena propuesta, que sin embargo en muchas comunidades o grupos se realizó parcialmente, más por cumplir lo mandado que por dejarse interpelar por el magisterio de nuestra fundadora, redescubriendo los ejes fundamentales de nuestro carisma en la Iglesia hoy. Aun así seguro que algo quedará, que alguna semilla dejará sus frutos, sobre todo entre los más jóvenes. Ahora, en el Definitorio, el Prepósito General lanza otra propuesta, con objetivo similar: volver a leer nuestra Regla, Constituciones y Normas, para redescubrir en ellas la concreción de nuestro carisma, con la posibilidad de reescribirlas, Constituciones y Normas, con un lenguaje más actualizado, menos formal y más comprensible y aplicable en nuestras realidades concretas.
 Se quedará también este ejercicio comunitario y carismático en meros actos formales, de cumplimiento, o servirá para animar y renovar nuestra manera de ser, en la Iglesia, comunidad libre y liberadora, de Jesús?


viernes, 28 de noviembre de 2014

DESPERTÉMONOS YA


"¡Oh cristianos e hijas mías, despertémonos ya, por amor del Señor, de este sueño y miremos que aun no nos guarda para la otra vida el premio de amarle; en ésta contiene la paga. ¡Oh Jesús mío!  ¡Quién pudiese dar a entender la ganancia que hay de arrojarnos en los brazos de este Señor Nuestro y hacer un concierto con Su Majestad que mire yo a mi amado y mi amado a mí!  ¡Y que mire Él por mis cosas y yo por las suyas!.. Torno a decir, Dios mío, y a suplicaros, por la sangre de Vuestro Hijo, que me hagáis esta merced: “Béseme con beso de su boca”. Que sin vos  ¿qué soy yo, Señor?  Si no estoy junto a Vos, ¿qué valgo? Si me desvío un poquito de Vuestra Majestad, ¿adónde voy a parar?"


SANTA TERESA DE JESÚS. Conceptos del Amor de Dios 4, 8

domingo, 23 de noviembre de 2014

CREER CON NOCHE


Que bien sé yo la fonte que mana y corre
aunque es de noche!

Aquella eterna fonte está escondida
que bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.

Su origen no lo sé, pues no le tiene
mas sé que todo origen della viene,
aunque es de noche.

Sé que no puede ser cosa tan bella
y que cielos y tierra beben della,
aunque es de noche.

Bien sé que suelo en ella no se halla
y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.

Su claridad nunca es oscurecida
y sé que toda luz de ella es venida,
aunque es de noche.

SAN JUAN DE LA CRUZ

viernes, 21 de noviembre de 2014

CAMINO DE PERFECCION, DE SU PUÑO Y LETRA

El manuscrito original de la obra ‘Camino de Perfección’ de Santa Teresa (1562-1564) conservado en Valladolid abrirá la Biblioteca Digital Teresiana. Se trata de un códice que ha sido restaurado en 1960 en Roma mediante una técnica de inyección de papel para no perder el documento escrito de “puño y letra” por la mística abulense.
Esta obra será una de las bases de esta biblioteca que se conformará con otros escritos que procederán, en su mayoría, de la Biblioteca Pública de Ávila, donde se conserva la Biblioteca del Maqués de San Juan de Piedras Álbas, bibliofico, jurista y escritor, que recopiló una de las bibliotecas más completas de Santa Teresa.
La digitalización de este manuscrito se realizará próximamente junto con las más de 40 cartas autógrafas conservadas en el convento de Valladolid.


Fuente: Europa press

martes, 18 de noviembre de 2014

MIRADA SIMPLE Y ENAMORADA: UN SOLO ACTO QUE YA NO PASA

Estar conscientes de la presencia de Dios, permanente, en todos y en todo, fue el centro de la espiritualidad que vivió y recomendó insistentemente Fray Lorenzo de la Resurrección, cuyo cuarto centenario del nacimiento estamos celebrando este año.
   
"Esta presencia de Dios, un poco difícil en los comienzos, practicada con fidelidad, actúa secretamente en el alma efectos maravillosos, y atrae abundantemente las gracias del Señor y lo conduce sin darse cuenta a esta mirada simple, a esta mirada enamorada de Dios presente en todas partes, que es la manera más santa, más sólida, más fácil y más eficaz de oración. A través de esta presencia de Dios y esta mirada interior, el alma se familiariza con Dios de tal modo que pasa casi toda su vida en actos continuos de amor, de adoración, de contrición, de confianza, de acción de gracias, de ofrenda, de petición y de todas las más excelentes virtudes. Y algunas veces se convierte en un solo acto que ya no pasa, pues el alma permanece en el ejercicio continuo de esta divina presencia".

   FRAY LORENZO DE LA RESURRECCIÓN 



martes, 11 de noviembre de 2014

FRANCISCO HABLA DE TERESA


“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida y de su obra. Ella entendió su vida como camino de perfección por el que Dios conduce al hombre, morada tras morada, hasta Él y, al mismo tiempo, lo pone en marcha hacia los hombres. ¿Por qué caminos quiere llevarnos el Señor tras las huellas y de la mano de santa Teresa? Quisiera recordar cuatro que me hacen mucho bien: el camino de la alegría, de la oración, de la fraternidad y del propio tiempo.”

“Teresa de Jesús invita a sus monjas a «andar alegres sirviendo» (Camino 18,5). La verdadera santidad es alegría, porque "un santo triste es un triste santo". Los santos, antes que héroes esforzados, son fruto de la gracia de Dios a los hombres. Cada santo nos manifiesta un rasgo del multiforme rostro de Dios. En santa Teresa contemplamos al Dios que, siendo «soberana Majestad, eterna Sabiduría» (Poesía 2), se revela cercano y compañero, que tiene sus delicias en conversar con los hombres: Dios se alegra con nosotros. Y, de sentir su amor, le nacía a la Santa una alegría contagiosa que no podía disimular y que transmitía a su alrededor. Esta alegría es un camino que hay que andar toda la vida. No es instantánea, superficial, bullanguera. Hay que procurarla ya «a los principios» (Vida 13,l). Expresa el gozo interior del alma, es humilde y «modesta» (cf. Fundaciones 12,l). No se alcanza por el atajo fácil que evita la renuncia, el sufrimiento o la cruz, sino que se encuentra padeciendo trabajos y dolores (cf. Vida 6,2; 30,8), mirando al Crucificado y buscando al Resucitado (cf. Camino 26,4). De ahí que la alegría de santa Teresa no sea egoísta ni autorreferencial. Como la del cielo, consiste en «alegrarse que se alegren todos» (Camino 30,5), poniéndose al servicio de los demás con amor desinteresado. Al igual que a uno de sus monasterios en dificultades, la Santa nos dice también hoy a nosotros, especialmente a los jóvenes: «¡No dejen de andar alegres!» (Carta 284,4). ¡El Evangelio no es una bolsa de plomo que se arrastra pesadamente, sino una fuente de gozo que llena de Dios el corazón y lo impulsa a servir a los hermanos!”

“La Santa transitó también el camino de la oración, que definió bellamente como un «tratar de amistad estando muchas veces a solas con quien sabernos nos ama» (Vida 8,5). Cuando los tiempos son "recios", son necesarios «amigos fuertes de Dios» para sostener a los flojos (Vida 15,5). Rezar no es una forma de huir, tampoco de meterse en una burbuja, ni de aislarse, sino de avanzar en una amistad que tanto más crece cuanto más se trata al Señor, «amigo verdadero» y «compañero» fiel de viaje, con quien «todo se puede sufrir», pues siempre «ayuda, da esfuerzo y nunca falta» (Vida 22,6). Para orar «no está la cosa en pensar mucho sino en amar mucho» (Moradas IV,1,7), en volver los ojos para mirar a quien no deja de mirarnos amorosamente y sufrirnos pacientemente (cf. Camino 26,3-4). Por muchos caminos puede Dios conducir las almas hacia sí, pero la oración es el «camino seguro» (Vida 213). Dejarla es perderse (cf. Vida 19,6). Estos consejos de la Santa son de perenne actualidad. ¡Vayan adelante, pues, por el camino de la oración, con determinación, sin detenerse, hasta el fin! …”
“La santa escritora y maestra de oración fue al mismo tiempo fundadora y misionera por los caminos de España. Su experiencia mística no la separo del mundo ni de las preocupaciones de la gente. Al contrario, le dio nuevo impulso y coraje para la acción y los deberes de cada día, porque también «entre los pucheros anda el Señor» (Fundaciones 5,8). Ella vivió las dificultades de su tiempo -tan complicado- sin ceder a la tentación del lamento amargo, sino más bien aceptándolas en la fe como una oportunidad para dar un paso más en el camino. Y es que, «para hacer Dios grandes mercedes a quien de veras le sirve, siempre es tiempo» (Fundaciones 4,6). Hoy Teresa nos dice: Reza más para comprender bien lo que pasa a tu alrededor y así actuar mejor. La oración vence el pesimismo y genera buenas iniciativas (cf. Moradas VII, 4,6). ¡Éste es el realismo teresiano, que exige obras en lugar de emociones, y amor en vez de ensueños, el realismo del amor humilde frente a un ascetismo afanoso! Algunas veces la Santa abrevia sus sabrosas cartas diciendo: «Estamos de camino» (Carta 469,7.9), como expresión de la urgencia por continuar hasta el fin con la tarea comenzada. Cuando arde el mundo, no se puede perder el tiempo en negocios de poca importancia. ¡Ojalá contagie a todos esta santa prisa por salir a recorrer los caminos de nuestro propio tiempo, con el Evangelio en la mano y el Espíritu en el corazón!”

«¡Ya es tiempo de caminar! » (Ana de San Bartolomé, Últimas acciones de la vida de santa Teresa). Estas palabras de santa Teresa de Ávila a punto de morir son la síntesis de su vida y se convierten para nosotros… en una preciosa herencia a conservar y enriquecer”
“..a todos les digo: ¡Ya es tiempo de caminar, andando por los caminos de la alegría, de la oración, de la fraternidad, del tiempo vivido como gracia! Recorramos los caminos de la vida de la mano de santa Teresa. Sus huellas nos conducen siempre a Jesús.”…

FRANCISCO 
Mensaje para el inicio del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, carta al Obispo de Ávila.
octubre 2014 



TERESA Y EL CANTAR DE LOS CANTARES




“Béseme con beso de su boca.”

“ Oh Señor mío y Dios mío,! y qué palabra ésta para que la diga un gusano a su Criador!. Bendito seáis vos, Señor, que por tantas maneras nos habéis enseñado.  Mas ¿quién osara, Rey mío, decir esta palabra si no fuera con vuestra licencia?  Es cosa que espanta, y así espantará decir yo que la diga nadie. Dirán que soy una necia, que no quiere decir esto, que tiene muchas significaciones, que está claro que no habíamos de decir esta palabra a Dios, que por eso es bien que estas cosas no las  lea gente simple. Yo lo confieso, que tiene muchos entendimientos;  mas el alma que está abrasada de amor que la desatina no quiere ninguno sino decir estas palabras;  sí, que no se lo quita el Señor. ¡Válgame Dios!  ¿Qué nos espanta? ¿No es de admirar más la obra?.  ¿No nos llegamos al Santísimo Sacramento? Y aún pensaba yo si pedía la Esposa esta merced que Cristo después nos hizo. También pensaba si pedía aquel ayuntamiento tan grande como fue hacerse Dios hombre, aquella amistad que hizo con el género humano; porque, claro está que el beso es señal de paz y amistad grande entre dos personas Cuántas maneras hay de paz, el Señor ayude a que lo entendamos”.

SANTA TERESA DE JESUS.

Conceptos del Amor de Dios, 1,10

miércoles, 5 de noviembre de 2014

CON ISABEL DE LA TRINIDAD .

“El Alma más débil, incluso la más culpable, es la que tiene más derecho a confiar. Ese acto de olvido personal y de abandono en los brazos de Dios glorifica y alegra más al Señor que todos esos repliegues sobre sí misma y esos exámenes de conciencia que le obligan a ponerse en contacto con sus miserias cuando tiene en el fondo de su ser un Salvador que quiere purificarla constantemente”. (Carta#228)

“Toda la naturaleza me parece estar llena de Dios. El viento que agita los altos árboles, los pajaritos que cantan, el hermoso cielo azul…todo me habla de Él. ¡Oh mamá! Necesito decirte que mi felicidad aumenta cada vez más y adquiere, como Dios, proporciones infinitas. Es una felicidad tan serena y tan dulce…Me gustaría revelarte mi secreto”. (Carta#216, a su madre)

“La vida de una Carmelita es una comunión ininterrumpida con Dios desde la mañana hasta la noche y desde la noche hasta la mañana. Si Él no llenase nuestras celdas y nuestros claustros, qué vacíos estarían. Pero, es a Él a quien vemos en todas las cosas, pues le llevamos dentro de nosotras mismas. Nuestra vida viene a ser un cielo anticipado”. (Carta#189)

“Se puede ser feliz en las contradicciones… Necesitamos mirar siempre al Señor. Hay que esforzarse al principio, cuando todo se subleva en nuestro interior, pero lentamente, a base de paciencia y con la ayuda del Señor, se logra triunfar”. (Carta#189)

“Vivamos muy alto, muy lejos, en Él…dentro de nosotros”. (carta#176)

Beata Isabel de la Trinidad


viernes, 31 de octubre de 2014

SI NO SOMOS SANTOS, LO PODRIAMOS SER


“Dios nos libre, hermanas, cuando algo hiciéremos no perfecto decir: "no somos ángeles", "no somos santas". Mirad que, aunque no lo somos, es gran bien pensar, si nos esforzamos, lo podríamos ser, dándonos Dios la mano; y no hayáis miedo que quede por El, si no queda por nosotras. Y pues no venimos aquí a otra cosa, manos a labor, como dicen: no entendamos cosa en que se sirve más el Señor, que no presumamos salir con ella con su favor. Esta presunción querría yo en esta casa, que hace siempre crecer la humildad: tener una santa osadía, que Dios ayuda a los fuertes y no es aceptador de personas.”

Santa Teresa de Jesús
Camino de Perfección 16,12

lunes, 27 de octubre de 2014

TERESA: UNA LECTURA AMOROSA Y CRÍTICA

El pasado día 15 de octubre tuve una jornada teresiana muy a mi manera, pero válida también para celebrar a la Santa y dar inicio a nivel personal al año de su Centenario. El día estuvo marcado por una comunión especial con Teresa, con la oración por todos los que comparten este amor especial por su magisterio espiritual, y comenzando además la lectura de las “Meditaciones sobre los Cantares” de la santa. 

Para leer a Teresa hoy, es esencial que sepamos hallar sus intuiciones fundamentales para la vida espiritual, y las encarnemos luego en nuestra propia historia personal, en nuestro tiempo, en nuestras coordenadas eclesiales. Teresa es una mujer del siglo XVI, europea, con los límites que su tiempo y su Iglesia le imponen; esto no rebaja su magisterio espiritual, su genialidad, sino que nos evita calcar meramente lo exterior, lo circunstancial, para captar y aprovechar aquello que es sabiduría perenne en Teresa. Por esa razón leo a Teresa, sus libros, una y otra vez, sin cansarme, degustando cada frase, pasando todo por el fuego de la vida cotidiana; es una lectura amorosa que no deja de ser crítica. 

Así recibo siempre a los Maestros, dialogo con ellos, les interpelo, mientras que sus intuiciones esenciales van calando en mi propia historia y adquiriendo en ella una nueva dimensión. No puedo asumir lo que descubro y recibo con pasividad, sino que doy vueltas y vueltas en torno a ello, busco en lo superficial y en lo profundo, hasta encontrar la verdad que esconde. Algunos dirán que no amo; creo que así amo mejor.


Alegrarnos de considerar qué tan gran Dios y Señor tenemos, que una palabra suya tendrá en sí mil misterios” 
(Teresa, Cantares 2).

domingo, 24 de agosto de 2014

ANIVERSARIO TERESIANO

Un día como hoy, fiesta de San Bartolomé, se fundó el primer monasterio descalzo, San José de Ávila. Allí fue Teresa con unas pocas monjas para hacer realidad su proyecto espiritual, y aunque no pudo quedarse desde el primer momento, no falto mucho tiempo para que recibiera el permiso de vivir allí, y emprender luego su andadura fundacional.
Casas de oración, y vida sencilla y fraterna, constituyen la esencia del proyecto de Teresa.

MÁS SOBRE LA POESÍA DE SAN JUAN DE LA CRUZ...

En la poesía sanjuanista, sobre todo en sus poemas mayores, el verso trasciende el carácter de adorno, de juego de ingenio o de ejercicio piadoso, para convertirse en el único medio de aproximación a una realidad íntima y culminante.

San Juan de la Cruz no hizo teoría poética, no tiene un tratado sobre poesía, pero de diversos modos, a la vez que en su prosa va tratando cuestiones doctrinales y teológicas, ofrece también de alguna manera sus concepciones sobre la poesía: su anchura, su capacidad de sugerir la abundancia del espíritu, que no puede sujetarse al lenguaje habitual; y la posibilidad de producir el verso “efecto de amor”, contagiar calor y afectividad. La poesía para Juan de la Cruz es palabra para sentir y no conviene ponerle límites…. (Cántico B, prólogo, 2). Juan es consciente de lo inefable de la experiencia que intenta comunicar, por eso evita conducir su comprensión por un camino único. No quiere trasmitir principios teológicos (aunque se aprovecha de su conocimiento teológico), sino mostrar al sentimiento sus consecuencias vivenciales últimas. San Juan de la Cruz nos adentra en la aventura del Espíritu, que es inefable, y por eso sus versos, su lenguaje, sus expresiones buscan expresar o subrayar esa inefabilidad. (Un no sé qué...donde no supe… aquello que, etc…). Es decir, que eso que parece ahogar el mensaje en su raíz, o dificultar su comprensión, es parte sustancial del mensaje. El lenguaje es inefable porque lo es la experiencia que pretende comunicar en alguna medida. (Lama B, 1, 2).

Características de la poesía:

1. Tiene la poesía una prerrogativa fundamental: la de reclamar la colaboración del receptor para suplir las deficiencias comunicativas. Sin complicidad los objetivos de la comunicación (comunión) poética se truncan. Jorge Guillén pone a Juan de la Cruz como paradigma del poeta, por su búsqueda dramática de comunicación.

2. La poesía de San Juan de la Cruz es reacción, es combustión, que se produce en un momento dado de la trayectoria de la cultura y de la literatura española. Él se aprovecha, sin ataduras ni prejuicios de procedencia cultural, recurriendo aquí y allá para expresar los efectos del amor... Los poemas sanjuanistas están inmersos en las aguas de su entorno literario.

3. El amor es el gran tema del siglo XVI; el amor concebido como motor de ascenso, por lo que será fácil el trasvase de lo profano a lo religioso. Por dondequiera que miremos la literatura profana de la época nos daremos de frente con el amor, y se pondrá de modo el llevar textos profanos al lenguaje religioso. El principal factor de la soldadura entre lo profano y lo religioso es el amor. El fuerte componente afectivo de la nueva religiosidad (Devotio Moderna), le hace fijarse aún más en la poesía amorosa, que tanto auge tiene en el renacimiento. La elevación del sentimiento a instancias del platonismo reinante, en la lírica y la espiritualidad, actúa positivamente en las transferencias. Así los “divinizadores” del verso se aprovechan de las formas tradicionales populares para trasmitir el mensaje religioso o espiritual.

4. Combinación de lo profano con lo Bíblico: Un factor clave de la poesía sanjuanista estriba en el acierto con que se ha entreverado la veta bíblica con la de la lírica amorosa renacentista. Los materiales que la literatura profana le ofrece para explotar el tema amoroso entran en confluencia con los textos bíblicos. Es este un encuentro feliz, factor clave de la hondura y singularidad de la poesía sanjuanista. La Biblia es la fuente doctrinal básica, cita continuamente la Escrita para refrendar su pensamiento, como aquellos hombres que en el crisol de la modernidad intentaron una transformación hacia un cristianismo más personal y auténtico. La Biblia domina en la obra sanjuanista en cantidad y cualidad. (Subida, prólogo, 2). Pero también la Biblia, además de su influjo doctrinal, contribuye a generar y estimular lo literario; el mayor influjo en este sentido viene del más lírico de los textos bíblicos: el Cantar de los cantares… Le ofrece el supremo ejemplo de utilización del amor humano como medio para expresar las relaciones entre Dios y el hombre (es un texto muy atendido por los humanistas del Renacimiento, además de por grandes figuras de la mística religiosa). En la Salamanca del Santo estaban en el ambiente los versos del Cantar, por la repercusión de quien fuera su maestro allí, Fray Luis de León. El Cantar actúa como levadura radical en muchos sentidos en la obra de Juan de la Cruz, componente fundamental que aviva el fuego de la llama que arde en él.

viernes, 15 de agosto de 2014

SEGUIR A CRISTO A LA MANERA DE MARÍA

(Notas de un retiro)

Llevar el hábito de la Virgen es revestirnos de sus virtudes.

María: mujer-madre-discípula.

Ella espera, con todo Israel, el cumplimiento de la promesa (Mesías=Liberador).

La imagen idealizada y admirable de María esconde a la María real e imitable: vivir con la certeza de Dios en la vida.

María, servidora, comunicadora de Jesús: “Dichosa tú que has creído”.

María es portadora de una buena noticia=Evangelio.

El lugar de misión por excelencia es el corazón humano; descubrir la necesidad de Dios en los otros. Llevar amigos a Jesús, sobre todo en la desesperanza y la incredulidad.

Proclamar el amor primero.

La huida a Egipto: Expresión del celo por la experiencia de Jesús en nosotros. La mala experiencia de comunidad o de Iglesia puede matar a Jesús en nuestro corazón; puede hacernos perder la confianza en la presencia de Jesús en los hermanos.

Bodas de Caná: María tiene aquí el papel de profeta, porque ella sabe cuál es la fuente de la alegría (“Hagan lo que él diga”). Jesús transforma la Ley en Gracia=alegría. Esa es la misión del Carmelita, invitar a Jesús, transformar una vida instalada en la rutina en una vida signada por la novedad y la alegría de la fe.
 

Pentecostés: María ya es Iglesia, consecuencia de su presencia junto a la Cruz; al compartir la cruz de Cristo, María se hace parte activa de su comunidad. Importante recordar que en Pentecostés el Espíritu se derramó sobre cada cabeza, todos somos ungidos en la comunidad.

jueves, 14 de agosto de 2014

LA POESÍA DE SAN JUAN DE LA CRUZ

División de la obra poética del santo: esta división no la determinan la extensión de los versos, y tampoco razones cronológicas, sino razones de mayor envergadura (materia a comunicar, intencionalidad o condiciones de elaboración; manejo de fuentes, símbolos y métrica)

1. Poemas menores: romances, coplas, glosas… en estos textos hay testimonios excelentes de su labor divinizadora (el Pastorcico, Tras un amoroso lance, Por toda la hermosura). La etapa más fecunda de este género corresponde a los años pasados en Granada. Otras coplas y glosas presentan relaciones más laxas con las fuentes no religiosas: (La fonte, Vivo sin vivir en mí, Con arrimo y sin arrimo…). Y mayor aun es el grado de desvinculación de los Romances sobre el evangelio, de contenido teológico, acerca de los misterios fundamentales del cristianismo. En todos ellos se manifiesta la capacidad poética del santo para recoger, mezclar y potenciar sugerencias de origen diverso.

2. Poemas mayores: Cántico, Noche y Llama…. Es aquí donde se manifiesta su genio en el manejo de las fuentes. Si en los anteriores el vínculo con sus fuentes es más explícito, en estos no hay una referencia inequívoca a elementos religiosos. Aquí el hechizo poético de San Juan de la Cruz ha conseguido transformar las diversas herencias en un producto radicalmente nuevo. “Cuando la abeja ha hecho la miel, es ya inútil que nos preocupemos por el polen”. 

Tal resultado es el que los humanistas, los hombres de la vanguardia cultural renacentista, buscaban por la imitatio, concepto en torno al cual gira su programa de composición literaria. San Juan de la Cruz llega a él por otros caminos, no por el estudio detenido de los modelos y por la obediencia a lo estipulado en las preceptivas, sino por el de la perentoria necesidad de conseguir que la lengua alcance al corazón. Es el yo del poeta que pugna por expresar lo más íntimo….”. 

Muchos consideran el poema de la NOCHE OSCURA como la cima de la lírica sanjuanista, el más puro de sus tres grandes poemas, el que condensa la quintaesencia de la mística sanjuanista, pues es claramente un símbolo total. Símbolo fundamental de la existencia humana, indispensable para el hombre en cualquier situación histórica, a la vez que un símbolo de la fe cristiana.


Al calor de los versos del santo, le hace una pregunta Magdalena del Espíritu Santo: ¿Le daba Dios aquellas palabras que tanto comprendían y adornaban? Juan responde: Hija, unas veces me las daba Dios y otras las buscaba yo. 


A lo largo de los últimos siglos muchos han querido desentrañar el misterio que esconden los versos sanjuanistas; el mismo santo nos responde aquí, la inspiración lleva también el arduo trabajo del poeta, no es pura pasividad. Se tiene el talento, pero hay que trabajarlo y cultivarlo día a día (Talento y trabajo, inspiración y esfuerzo, don de Dios y búsqueda humana). 


San Juan de la Cruz no es poeta por casualidad ni a su pesar, sino por decisión consciente, surgida de lo que a él se le impone como estricta necesidad: superar las carencias manifiestas del lenguaje, de los hogares o de las plazas, así como el de los escritos de las academias, para expresar, comunicar y contagiar procesos de la experiencia personal, que el autor considera en primacía”. (Rev Esp. 196-197, p.373. Germán Vega)


viernes, 8 de agosto de 2014

JUAN DE LA CRUZ, POETA Y MÍSTICO

La máxima genialidad de San Juan de la Cruz, a la vez que su mayor esfuerzo expresivo, se encuentran en la poesía, donde ha logrado trasmitirnos lo mejor de su experiencia en un lenguaje simbólico, aunque probablemente a muchos de sus lectores toda esa magia verbal les resulte un lenguaje enigmático e impenetrable. Alguno pensará que podía haberlos escritos de una manera más sencilla, más llana; el error está en suponer que la experiencia profunda del misterio se puede traducir en ideas, conceptos y lenguaje que no sea simbólico. Sólo a través del símbolo accedemos a ciertos aspectos de la realidad más profunda, realidad esencial que tiene que ver con nuestro ser, con nuestro destino. El hombre es un “animal simbólico”, no porque utilice símbolos, sino porque los genera, porque él mismo es el símbolo originario, el ser en el que tiene su origen el fenómeno del simbolismo, realidad compleja en la que se dan dos significados pertenecientes a órdenes distintos de la realidad.
La idea general es que ser poeta es componer versos, pero en realidad ser poeta es recibir el don de una sensibilidad particular ante la vida, que puede expresarse también escribiendo versos. Para Thomas Merton el poeta es alguien que no es de este mundo, que goza de una visión interior y una libertad diferente a las del resto de los mortales.

Valgan estas ideas introductorias para decir algo sobre el poeta Juan de la Cruz… de quien dijera un gran teólogo que es más Doctor de la Iglesia por su poesía que por su prosa.

Ideas generales: 

1. El hombre: aspectos biográficos. Una vida dura, difícil: pobreza, marginación, personalidad introvertida, dificultades para encajar, persecución y cárcel…

2. El poeta: sensibilidad particular, rico mundo interior, también más fácilmente lastimado…

3. 3. El místico: descubrimiento de una interioridad habitada, que es amor, y fuente de libertad y plenitud….

Aportes de Juan de la Cruz para hoy:

1. Es un poeta, un artista.

2. Es un hombre de experiencia humana dura y honda.

3. Es un hombre radical, testigo cualificado del Dios vivo.

4. Maestro de la Noche, que purifica y unifica, guía para todas las noches del hombre de hoy.

5. Contemplativo, como ejercicio amoroso y liberador.

Símbolos sanjuanistas:

1. El fuego: encadena sus tres poemas mayores, uno de los símbolos básicos del universo sanjuanista, componente inexcusable en la configuración de los otros…

2. La NOCHE.

3. Fuente/Agua

jueves, 24 de julio de 2014

CAMINO DE PERFECCIÓN

El Camino de perfección es un libro admirable. Aparentemente es un camino espiritual para creyentes en solitario, y resulta ser un manual para comunidades cristianas... Teresa hace de Camino no sólo un libro de espiritualidad para monjas de clausura, sino para todos los grupos cristianos que quieren vivir evangélicamente. El Camino es, además, un libro de historia. Lo histórico es una dimensión perdida, al menos no suficientemente explorada en profundidad, en el teresianismo.
 El Camino fue la primera obra teresiana que vio la luz pública. Desde esa fecha hasta nuestros días, cientos de ediciones en todas las lenguas cultas avalan el valor interno de este breve escrito. La Santa no puso título al libro. Se conformó con uno genérico que expresaba algo su contenido: "Avisos y consejos"... Ya posteriormente aparece con el título que se hará famoso: Camino de perfección, que equivale a los también usados por la santas: Camino de oración, y Camino de contemplación.

Estructura del libro:
1. Finalidad de la reforma teresiana (1-3).
2. Presupuestos de una ética comunitaria para construir la comunidad orante (4-15)
3. Amor fraterno, desasimiento y humildad; formas de oración activa y contemplativa y su repercusión en la vida comunitaria (16-18).
4. Grados y matices de la oración vocal, mental, recogimiento, quietud y principios de unión (19-32).
5. Desde el capítulo 27 hasta el final, glosa, a su manera, el Padrenuestro, que le sirve de soporte para demostrar la grandeza de la oración vocal y su equivalencia a la mental en una época en que estaba casi prohibida o mal vista. Al mismo tiempo es el hilo conductor para exponer ideas muy queridas: devoción al Santísimo Sacramento (33-35), superación del sentimiento de la honra y aceptación de las posibles injurias (36), dignidad de la oración del Padrenuestro (37), las tentaciones en que puede caer el ser humano: no reconocer los dones de Dios, desconfiar de Dios por la multitud de pecados, las penitencias irracionales (38-39), el amor-temor de Dios, reflejo del binomio ley-libertad (40-41), y la liberación del mal, que es el apego a la vida y a sus bienes temporales (42).

(Estas notas están tomadas de la introducción al libro en las OBRAS COMPLETAS de Teresa, editadas por EDE. Autor: Daniel de Pablo Maroto, ocd)

martes, 22 de julio de 2014

TERESA Y EL BARROCO

"Teresa de Avila es canonizada a sólo cuarenta años de su muerte. La canonización de Juan de la Cruz no se produce hasta 1726, es decir, ciento treinta y cinco años después de su muerte en 1591, y el solo proceso de beatificación se prolonga hasta 1675.
 La proclamación de santidad es en cierta medida un hecho social, aun cuando la sociedad sea en este caso la de los bienaventurados. Teresa queda situada como absoluta luminaria en la sociedad celeste de la Iglesia barroca. En buena medida, ciertas líneas profundas de la espiritualidad que ella representó iban a ser, cuando no clausuradas, sí consideradas con muy particular cautela por esa misma Iglesia.
El corazón llameante o incendiado por el dardo ígneo: la imagen por excelencia de Teresa en el cielo barroco... Teresa entra soberanamente en la gloria de la imagen, y, a la vez, en la fijación de la imagen: el corazón y el dardo, la visión seráfica.
El barroco no podía resistirse al espectáculo ni la Iglesia a la eficacia de éste como medio de propagación de la fe... El barroco es un arte de ver. Un arte de la manipulación y de la multiplicación de la imagen y de la visión... Al otro lado, sin embargo quedan las "moradas séptimas", el lugar adonde el barroco propiamente no podía llegar, lugar extremo donde cesan los medios, el lugar de la no representación".

(Fragmentos de: Teresa in capella cornaro, en "Variaciones sobre el pájaro y la red", de José Ángel Valente)

domingo, 20 de julio de 2014

CASTILLO INTERIOR

"El Castillo Interior es una lección de teología espiritual, que suavemente se convierte en un tratado de teología mística, escrito por una mujer que ha experimentado y pensado a fondo el propio proceso espiritual y místico, y desde él es capaz de elevarse del plano narrativo al plano doctrinal, y codificar, a su modo, el itinerario del cristiano, hasta llegar a la plenitud de vida cristológica y trinitaria, en función de ser Iglesia.
 Desde las primeras líneas de la morada primera queda centrado el tema de la vida espiritual en términos originales: misterio del hombre dotado de alma capaz de Dios, y misterio de la comunicación con la divinidad que habita en él. Surge enseguida el intento de desembarazarse rápidamente de los temas introductorios, primeros pasos de la vida espiritual, para afrontar de lleno el tema difícil, de que tan poco se habla en los libros espirituales: últimas fases de la vida cristiana y pleno desarrollo de la santidad. De hecho, la autora despacha en solos cinco capítulos todo el tema ascético que había llenado casi íntegramente el Camino de perfección, y dedica el resto de la obra, 22 capítulos, a la jornada fuerte: entrada en la tierra santa de la vida mística (moradas cuartas), unión y santificación inicial (moradas quintas), el crisol del amor y sus manifestaciones más fuertes en el místico (moradas sextas), consumación en la experiencia de los misterios cristológico y trinitario, y plena disposición al servicio de los otros (moradas séptimas).
 En apariencia, el libro y su trazado se van improvisando sobre la marcha. Pero en realidad, la síntesis lograda en la obra cosecha en plena granazón la siembra de muchos años".

Tomás Álvarez
"Diccionario de santa Teresa"

viernes, 18 de julio de 2014

LOS OJOS EN EL CENTRO...

“Pues tornemos ahora a nuestro castillo de muchas moradas. No habéis de entender estas moradas una en pos de otra, como cosa en hilada, sino poned los ojos en el centro, que es la pieza o palacio adonde está el rey, y considerar como un palmito, que para llegar a lo que es de comer tiene muchas coberturas que todo lo sabroso cercan. Así acá, alrededor de esta pieza están muchas, y encima lo mismo”.

“A mi parecer jamás nos acabamos de conocer si no procuramos conocer a Dios; mirando su grandeza, acudamos a nuestra bajeza; y mirando su limpieza, veremos nuestra suciedad; considerando su humildad, veremos cuán lejos estamos de ser humildes”.

Santa Teresa
(Moradas)

martes, 15 de julio de 2014

MARÍA, ESTRELLA DE LA ESPERANZA

"Con un himno del siglo VIII/IX, por tanto de hace más de mil años, la Iglesia saluda a María, la Madre de Dios, como "estrella del mar" : Ave maris stella. La vida humana es un camino. ¿Hacia qué meta? ¿Cómo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriñamos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía. Y ¿quién mejor que María podría ser para nosotros estrella de esperanza, Ella que con su « » abrió la puerta de nuestro mundo a Dios mismo; Ella que se convirtió en el Arca viviente de la Alianza, en la que Dios se hizo carne, se hizo uno de nosotros, plantó su tienda entre nosotros (cf. Jn 1,14)?

 Así, pues, la invocamos: 
Santa María, tú fuiste una de aquellas almas humildes y grandes en Israel que, como Simeón, esperó « el consuelo de Israel » (Lc 2,25) y esperaron, como Ana, « la redención de Jerusalén » (Lc 2,38). Tú viviste en contacto íntimo con las Sagradas Escrituras de Israel, que hablaban de la esperanza, de la promesa hecha a Abrahán y a su descendencia (cf. Lc1,55). Así comprendemos el santo temor que te sobrevino cuando el ángel de Dios entró en tu aposento y te dijo que darías a luz a Aquel que era la esperanza de Israel y la esperanza del mundo. Por ti, por tu « sí », la esperanza de milenios debía hacerse realidad, entrar en este mundo y su historia. Tú te has inclinado ante la grandeza de esta misión y has dicho « sí »: « Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra » (Lc 1,38). Cuando llena de santa alegría fuiste aprisa por los montes de Judea para visitar a tu pariente Isabel, te convertiste en la imagen de la futura Iglesia que, en su seno, lleva la esperanza del mundo por los montes de la historia. Pero junto con la alegría que, en tu Magnificat, con las palabras y el canto, has difundido en los siglos, conocías también las afirmaciones oscuras de los profetas sobre el sufrimiento del siervo de Dios en este mundo. Sobre su nacimiento en el establo de Belén brilló el resplandor de los ángeles que llevaron la buena nueva a los pastores, pero al mismo tiempo se hizo de sobra palpable la pobreza de Dios en este mundo. El anciano Simeón te habló de la espada que traspasaría tu corazón (cf. Lc 2,35), del signo de contradicción que tu Hijo sería en este mundo. 
Cuando comenzó después la actividad pública de Jesús, debiste quedarte a un lado para que pudiera crecer la nueva familia que Él había venido a instituir y que se desarrollaría con la aportación de los que hubieran escuchado y cumplido su palabra (cf. Lc 11,27s). No obstante toda la grandeza y la alegría de los primeros pasos de la actividad de Jesús, ya en la sinagoga de Nazaret experimentaste la verdad de aquella palabra sobre el « signo de contradicción » (cf. Lc 4,28ss). Así has visto el poder creciente de la hostilidad y el rechazo que progresivamente fue creándose en torno a Jesús hasta la hora de la cruz, en la que viste morir como un fracasado, expuesto al escarnio, entre los delincuentes, al Salvador del mundo, el heredero de David, el Hijo de Dios. Recibiste entonces la palabra: « Mujer, ahí tienes a tu hijo » (Jn 19,26). Desde la cruz recibiste una nueva misión. A partir de la cruz te convertiste en madre de una manera nueva: madre de todos los que quieren creer en tu Hijo Jesús y seguirlo. La espada del dolor traspasó tu corazón. ¿Había muerto la esperanza? ¿Se había quedado el mundo definitivamente sin luz, la vida sin meta? Probablemente habrás escuchado de nuevo en tu interior en aquella hora la palabra del ángel, con la cual respondió a tu temor en el momento de la anunciación: « No temas, María » (Lc 1,30). ¡Cuántas veces el Señor, tu Hijo, dijo lo mismo a sus discípulos: no temáis! En la noche del Gólgota, oíste una vez más estas palabras en tu corazón. A sus discípulos, antes de la hora de la traición, Él les dijo: « Tened valor: Yo he vencido al mundo » (Jn 16,33). « No tiemble vuestro corazón ni se acobarde » (Jn 14,27). « No temas, María ». En la hora de Nazaret el ángel también te dijo: « Su reino no tendrá fin » (Lc 1,33). ¿Acaso había terminado antes de empezar? No, junto a la cruz, según las palabras de Jesús mismo, te convertiste en madre de los creyentes. Con esta fe, que en la oscuridad del Sábado Santo fue también certeza de la esperanza, te has ido a encontrar con la mañana de Pascua. La alegría de la resurrección ha conmovido tu corazón y te ha unido de modo nuevo a los discípulos, destinados a convertirse en familia de Jesús mediante la fe. Así, estuviste en la comunidad de los creyentes que en los días después de la Ascensión oraban unánimes en espera del don del Espíritu Santo (cf. Hch 1,14), que recibieron el día de Pentecostés. El « reino » de Jesús era distinto de como lo habían podido imaginar los hombres. Este « reino » comenzó en aquella hora y ya nunca tendría fin. Por eso tú permaneces con los discípulos como madre suya, como Madre de la esperanza. Santa María, Madre de Dios, Madre nuestra, enséñanos a creer, esperar y amar contigo. Indícanos el camino hacia su reino. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y guíanos en nuestro camino.

Benedicto XVI
"Spe Salvi"
49-50
(2007)

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...