Esta es una fiesta litúrgica del Carmelo Teresiano, que quiere evocar el intenso amor con el que vivió Teresa su vida de creyente, consagrada, orante, y fundadora. En Dios encontró Teresa la fuente de esa honda sabiduría que aparece reflejada en sus escritos; en el Dios amor, cercano, lleno de misericordia, Señor y amigo. Esa hermosura sin comparación a la que canta en sus poemas, y ora a lo largo de sus libros.
"Señor, Dios nuestro, que abrasaste de un modo maravilloso el corazón de nuestra madre santa Teresa con el fuego de tu Espíritu Santo, para fortalecerla en las empresas que por tu nombre había de realizar en la Iglesia; concédenos, por su intercesión experimentar la fuerza de tu amor y trabajar con generosidad por la venida de tu reino".
(Oración litúrgica de esta fiesta)