Un texto esencial de Teresa que revela la centralidad de Cristo en su camino espiritual; todo el capítulo 22 de VIDA es una defensa de la Humanidad de Cristo. Capítulo importante porque hace de bisagra entre su breve tratado de oración y la continuidad del relato autobiográfico.
Así acaba Teresa diciendo:
"Que siempre que se piense en Cristo nos acordemos del amor con que nos hizo tantas mercedes, y cuán grande nos le mostró Dios en darnos tal prenda del que nos tiene: que amor saca amor... Su Majestad quiere a quien le quiere...".