“Esforzaos en entrar por la puerta estrecha” (Lc 13, 24)
Me viene al recuerdo el comentario de S. Juan de la Cruz a una cita paralela a esta, de S. Mateo: (Mt 7, 14): “¡Cuán angosta es la puerta y estrecho el camino que guía a la vida, y pocos son los que le hallan!”
“ es de notar que primero dice que es angosta la puerta, para dar a entender que para entrar el alma por esta puerta de Cristo, que es el principio del camino, primero se ha de angostar y desnudar la voluntad en todas las cosas sensuales y temporales, amando a Dios sobre todas ellas.
(…)
"Y así, querría yo persuadir a los espirituales cómo este camino de Dios no consiste en multiplicidad de consideraciones, ni modos, ni maneras, ni gustos, aunque esto, en su manera, sea necesario a los principiantes (…). Por que el aprovechar no se halla sino imitando a Cristo que es el camino y la verdad y la vida, y ninguno viene al Padre sino por él, según él mismo dice por San Juan (14,6 y 10,9). Y en otra parte dice: "Yo soy la puerta; por mí, si alguno entrare, salvarse ha. De donde todo espíritu que quiere ir por dulzuras y facilidad y huye de imitar a Cristo, no le tendría por bueno".
Me viene al recuerdo el comentario de S. Juan de la Cruz a una cita paralela a esta, de S. Mateo: (Mt 7, 14): “¡Cuán angosta es la puerta y estrecho el camino que guía a la vida, y pocos son los que le hallan!”
“ es de notar que primero dice que es angosta la puerta, para dar a entender que para entrar el alma por esta puerta de Cristo, que es el principio del camino, primero se ha de angostar y desnudar la voluntad en todas las cosas sensuales y temporales, amando a Dios sobre todas ellas.
(…)
"Y así, querría yo persuadir a los espirituales cómo este camino de Dios no consiste en multiplicidad de consideraciones, ni modos, ni maneras, ni gustos, aunque esto, en su manera, sea necesario a los principiantes (…). Por que el aprovechar no se halla sino imitando a Cristo que es el camino y la verdad y la vida, y ninguno viene al Padre sino por él, según él mismo dice por San Juan (14,6 y 10,9). Y en otra parte dice: "Yo soy la puerta; por mí, si alguno entrare, salvarse ha. De donde todo espíritu que quiere ir por dulzuras y facilidad y huye de imitar a Cristo, no le tendría por bueno".
(San Juan de la Cruz,
Subida del Monte Carmelo, II, cap. 7. n. 2 y 8)
Antonio González López, ocd.