La expresión "caminito" o "petit voie" aparece sólo dos veces en los escritos de Teresa (si bien ella la utilizase en la comunicación oral). Y esas dos veces, aparece precisamente cuando la santa refiere en junio de 1887 su gran descubrimiento (que había ocurrido en el otoño de 1884): encontrar "un caminito muy recto y muy corto, un pequeño camino totalmente nuevo", distinto de la "dura escala de la perfección", que ella, retenida en su "pequeñez" y sus "imperfecciones", se halla "demasiado pequeña para subir". Esta nueva senda debe conducir a la "cumbre de la santidad", y consiste en hacerse conducir "como por un ascensor", por "los brazos" de Jesús.
Bajo esas múltiples imágenes, el dinamismo de esta pequeña senda brota de la confianza en la misericordia divina, en el amor salvador y santificante de Dios al que muy pronto Teresa se ofrecerá como víctima, el 9 de junio de 1895.
(Diccionario de Santa Teresa de Lisieux)