"Las noches son períodos de transición, por cuanto conducen a ese estado en que el leño y el fuego se hacen uno. Durante esas dolorosas etapas, haz de aprender el arte de la no-acción, y debes aprender a aceptarte a ti mismo. Porque en tales momentos de turbulencia te vuelves muy vulnerable. Durante esas noches oscuras, sabios y santos contemplatrivos han hecho cosas bien extrañas. Experimentaban atracciones inverosímiles, como el obispo que se sintió perdidamente enamorado de una actriz pelirroja, se entregaban al alcohol o a cualquier vicio, o con sus actos lograban convertirse en el hazmerreir de todo el mundo. Más eso fue para ellos una experiencia saludable y lo será también para ti. Si algo así llega a sucederte, recóbrate y sigue adelante... sonriendo y cantando".
William Johnston
Enamorarse de Dios