ISABEL DE LA TRINIDAD (1880-1906): Nace un 18 de julio, en Bourges, Francia, y es bautizada el 22 del mismo mes; sus padres, José Catez y María Rolland. En 1982 la familia se traslada a Dijón, y el 19 de abril de 1891 recibe por primera vez la eucaristía. El mismo día, visitando a las carmelitas de su ciudad, se le revela el significado de su nombre: Isabel, "casa de Dios". Durante toda su vida, la palabra con la que ella tratará de comprender su experiencia será esta: "Estoy habitada".
Aunque desde muy temprano sintió la llamada al Carmelo, su familia le prohíbe hablar de vida religiosa, y lleva una existencia normal, con vacaciones, fiestas, música; llegó a ser una excelente pianista. Pero no dejó de sentir la llamada interior de Dios, y en 1899 su madre da el consentimiento para que Isabel vaya al Carmelo, aunque sin dejar de buscarle matrimonios ventajosos. Animada por un buen director espiritual, que la orienta por la senda de la intimidad y del amor, y animada por la lectura de la Historia de un alma, de Santa Teresita, entra finalmente al Carmelo de Dijón el 2 de agosto de 1901.
En su vida como religiosa carmelita descalza progresa en el descubrimiento de la intimidad con Dios-Trinidad, descubre las riquezas de las cartas de san Pablo y empieza a firmar con un nuevo nombre: Alabanza de gloria. Un 21 de noviembre escribe su conocida "Elevación a la Trinidad", hermosa oración; además de este escrito, conservamos sus cartas, poesías, notas espirituales y de retiros. A finales de 1905 se manifiesta la enfermedad que la llevará en poco tiempo a la tumba (Enfermedad de Addison y tuberculosis), con crecientes sufrimientos físicos y espirituales. Termina su vida terrena diciendo: "Voy a la luz, al amor, a la vida".