Teresa es consciente del poder de la palabra escrita para reforzar lazos, dar sentido de pertenencia y expresar amor. Sus cartas, casi cinco siglos después, nos siguen tocando el corazón.
"Muchas pinturas muestran a Teresa de Jesús con una pluma en la mano, pues la redacción de libros y cartas ocupó un porcentaje importante de su vida. Aunque vive en clausura, está conectada con el mundo exterior por medio del papel y la pluma. Santa Teresa es siempre una mujer de relación, con gran inteligencia social, conversadora amena y con un corazón dispuesto a conectarse con los demás.
La Santa Madre emplea la escritura como un proceso de discernimiento personal y comunitario.. Redactar sus ideas le permite poner en orden todo lo que bulle en su cabeza: reconocer emociones personales, aceptar carencias o deficiencias, dilucidar cómo salir de problemas económicos, establecer criterios y normas.
La escritura teresiana muestra una claridad de pensamiento extraordinaria. El amor a la verdad es una luz que guía cada una de las acciones de Teresa y le evita confusiones, aun en situaciones muy enredadas. Al escribir acerca de su yo ideal o del ideal comunitario, la Santa se muestra inspirada y creativa, soñadora pero realista. Expresa su visión acerca de cómo debe ser la vida en la comunidad, cómo tratar a las enfermas, cómo resolver problemas económicos. Las cartas están llenas de reflexiones que conducen a la acción, que enseñan cómo agradar a Dios y cumplir su voluntad en situaciones concretas".
(Tomado de: Revista ORAR, 243)