Estos dos carteles ayudan a tener una visión general de la labor de Teresa de Jesús como fundadora de un movimiento espiritual importante en la España del siglo XVI; primero, como movimiento reformador dentro del Carmelo, luego ya como una nueva familia religiosa, con una tradición importante de fondo, pero también con nuevas expectativas de futuro.
El Carmelo Descalzo nace, concretamente, de las circunstancias particulares que envolvieron el proyecto reformador de Teresa, pues ella no quería apartarse de la comunidad de la que formaba parte desde muy joven, pero las incomprensiones y persecuciones condujeron a la separación del grupo reformador, y al nacimiento de una nueva comunidad con autonomía. Así, las raíces del Carmelo Descalzo siguen estando en Palestina, en aquellos primeros ermitaños que buscaban una experiencia de Dios diferente, más allá de las luchas de poder en las ciudades, de las guerras y del ruido.