sábado, 24 de julio de 2021

CAMINO DE INTIMIDAD: “EL GRAN BIEN DE LA ORACIÓN”

El CAPÍTULO 8
es otro momento importante en el LIBRO DE LA VIDA de Teresa de Jesús, porque se centra en la clave fundamental de la vida de Teresa: LA ORACIÓN. Aquí se cruzan el relato con la tesis principal de sus escritos, la que recorre el libro y la propia vida de la autora de principio a fin (recordamos que Teresa no está solo contando, sino interpretando su vida).

Al continuar el relato, desarrolla lo que ha supuesto su experiencia más importante: la oración como la fuerza motriz de la vida. Teresa prolonga el relato de sus años de crisis, hasta 1553-1554, y lo cierra diciendo: abandoné la oración, sí, pero volví a ella.

Ser fiel al "trato con Dios" fue para Teresa todo un drama de vida, por eso es ahí donde radica la tesis del libro: tratar o no tratar con Dios decide la suerte del ser humano, su ascensión o su descenso, su estancamiento. Teresa universaliza así su propia experiencia, y ofrece el conocido y original enfoque que ella da a la oración: orar es tener amistad con Dios, como hecho fundamental de la vida, como relación personal entre los dos.

El título mismo del capítulo es un elogio a la oración: "Trata del gran bien que le hizo no se apartar del todo de la oración para no perder el alma, y cuán excelente remedio es para ganar lo perdido. Persuade a que todos la tengan. Dice cómo es tan gran ganancia y que, aunque la tornen a dejar, es gran bien usar algún tiempo de tan gran bien". Teresa tiene en este momento en que escribe unos 38 o 39 años de edad.


El capítulo presenta un relato regresivo: vuelve sobre el tema del capítulo anterior, con alusiones a su crisis (“Este mar tempestuoso”; “guerra tan penosa”), en la que medió la oración, y como ella perseveró en su lucha, imponiéndose a menudo estar en el oratorio, aun sin ganas. Presenta su situación con fuerte dramatismo: “Ni yo gozaba de Dios, ni traía contento del mundo. Cuando estaba en los contentos del mundo, en acordarme lo que debía a Dios, era con pena; cuando estaba con Dios, las afecciones del mundo me desasosegaban” (#2). Es una batalla consigo misma, en la que resalta, finalmente, esta afirmación: “Todo aprovecha poco si, quitada de todo punto la confianza en nosotros, no la ponemos en Dios” (#12).

Siempre Teresa pone en paralelo su conducta, insistiendo en su ruindad (“alma tan pertinaz e ingrata”), con el obrar de Dios, (“quien tantas mercedes le ha hecho”), y su gran misericordia. No era sólo una lucha de oración sino un ansia de vida: “Deseaba vivir que bien entendía que no vivía, sino que luchaba con una sombra de muerte y no había quien me diese vida, y no la podía yo tomar”.


LA DOCTRINAL DE TERESA SOBRE LA ORACIÓN:

Dos grandes ideas que Teresa va a inculcar al lector, ambas arraigadas en lo más hondo de su experiencia personal. Una, pertenece al orden de las realidades eficaces de la vida: la oración marca el rumbo y plasma la vida del orante. Y la otra pertenece al orden de las esencias: ¿Qué es orar?

Empecemos por la segunda: Teresa sorprende al lector con una definición que brota de su experiencia personal; ella no es filósofa, ni exégeta, ni teóloga. Para Teresa la oración es cosa de amigos, de amigos desiguales: Dios y el orante. Amistad trascendente, en la que Dios tiene siempre la iniciativa, y de nuestra parte exige correspondencia y compromiso. No es amistad a ratos, ni superficial, e implica el trato constante, el diálogo frecuente. En fin, es amistad que implica toda la vida.

Que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”.

Surgen entonces estas preguntas para quien lee: ¿te tratas con Dios? ¿sabes cuánto te ama? Son términos muy teresianos: tratar/tratarse/trato. La amistad que ella propone es un hecho relacional interpersonal que compromete la vida de los dos amigos. La convicción de sabernos amados por Dios es fundamental en este trato. Para Teresa Cristo es el amigo verdadero, y dirá en una de sus frases espontáneas: “¡Qué buen amigo haces, Señor!”.

La otra idea fundamental se refiere a la eficacia de la oración para modelar la vida del orante, y es el lema que subyace en todo el relato. La oración es un gran bien para todos, y quiere persuadir a todos que la tengan, abandonar la oración es errar el camino; no importa que la persona no viva como Dios manda, pues su remedio está en mantener el trato con Dios. La oración, dirá luego en Moradas, tiene como función abrir al ser humano a la trascendencia, desde donde este se entiende: criatura abierta, no confinada, no cerrada en sí misma, sino habitada, relacionada, estructuralmente abierta a la divinidad.

En el #7 Teresa dice una frase aparentemente incidental y sin, mucha relevancia: “No entiendo eso que temen los que temen oración mental, ni sé de qué tienen miedo”. Es una velada alusión al clima polémico de su tiempo en torno a la oración mental, con la tensión entre teólogos y espirituales (doctrina y experiencia), en la que se vieron envueltos importantes figuras de la época, cuyos libros que trataban de oración fueron prohibidos. La defensa de la oración mental por parte de Teresa será aún más fuerte en su siguiente libro, Camino de perfección.

La experiencia oracional de Teresa, explicitada en esta misma obra en los capítulos 11-22 (el pequeño tratado sobre los grados de oración), pondrá siempre de manifiesto la iniciativa de Dios, que culmina, de un lado en la oración de unión, y por el otro, en la dinámica de las obras, o el impulso generados del nuevo Carmelo. Todo el libro vendrá a ser, en definitiva, la historia de la oración de Teresa, a la vez que la historia de Dios en Teresa.

Este capítulo es muy rico, y no podemos abarcarlo en todos sus detalles, por lo que amerita una lectura personal, pausada y meditada.

Los bienes de la oración: #s5-7

Trabajos en la oración: # 7

Situación psíquico espiritual insostenible: # 12

(Resumen realizado a partir de textos de Tomás Álvarez, ocd)

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...