miércoles, 15 de enero de 2020

CAMINANDO CON TERESA (19): PERDONADOS PARA PERDONAR


Al glosar y orar las peticiones del Padrenuestro, Teresa  las va emparejando; así, la tercera y la cuarta, para aceptar y hacer la voluntad de Dios, necesitamos el pan de la Eucaristía.  Ahora reúne en un nuevo díptico las peticiones cuarta y quinta: quien nos da el pan de cada día, nos dará también el perdón y la capacidad de perdonar. La oración va recorriendo tres planos decisivos de la vida cristiana: la voluntad de Dios, la Eucaristía y el perdón; va de la mística a la práctica, y evocamos parte de su ideario ascético, cuando refiere a lo mundano, a base de tres antivalores: placeres, honra y dineros (deleites, honores y riquezas). (Ver: VIDA 20, 26-28 y CAMINO 40, 3).

 En este texto que leemos Teresa vuelve a referirse a la honra y nuestro apego a ella, pues es un punto importante en el ideario espiritual de Teresa, por razones sociales, culturales y de época, pero también porque para ella es uno de los engranajes mejor montados de nuestro egoísmo. El ser humano se encierra en sí mismo y en sus derechos, sin que sea capaz de desbordarlos o trascenderlos, sintiéndose ofendido, devaluado, menospreciado... Teresa va a dar ahora una lección que ensamble esas tres piezas: oración, honra y perdón. Lo que para Teresa impide que perdonemos es el orgullo, causado por la honra.

 El capítulo es de los más largos, pero fácil de leer y comprender. Los #s 1 y 2 presentan el planteamiento inicial, y luego va desarrollando el tema, hasta afrontarlo de ello en los #s del 8 al 13. Lo más importante es el radicalismo evangélico de esta petición, emparejando el perdón de Dios con el nuestro. Teresa resalta la enorme  desproporción que hay entre los dos perdones, el de Dios y el nuestro; el misterio tremendo de lo que Dios le ha perdonado a ella; y la paradoja de lo mucho que a nosotros nos cuesta perdonar. 
Pero a nivel práctico toda la atención de la Santa se desplaza hacia el plano de la convivencia: la oración verdadera ¿es o no es un generador de perdón incondicional y de amor a ultranza? ¿Qué efectos sobre la capacidad de perdonar del orante produce su oración?

 La "gran señal" para Teresa está en la vida del orante, en los efectos que produce la oración en su espíritu: capacidad de perdón, fortaleza para encajar golpes, facilidad para cancelarlos de la memoria y del corazón... Quien no constate estos efectos, dirá: "No se fie mucho de su oración". No era verdadera oración, ni proviene de Dios. La oración aterriza siempre en la vida, entre sus flores y entre sus espinas.

El siguiente capítulo, el # 37 es un ELOGIO DEL PADRENUESTRO. Dirá Teresa:

"Espántame ver que en tan pocas palabras está toda la contemplación y perfección encerrada, que parece no hemos menester otro libro, sino estudiar en este" (#1).

"Es muy amigo (Dios) de que tratemos con Él con verdad; tratando con llaneza y claridad (que no digamos una cosa y nos quede otra), siempre da más de lo que pedimos" (#4).

Orar con la oración del Padrenuestro, recibida del "buen Maestro y buen Enseñador", escribe en el #5: "Es todo el bien que un alma espiritual puede acá desear, porque es gran seguridad".

(Notas resumidas de lo escrito por el P. Tomás Álvarez, ocd)




FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...