lunes, 26 de mayo de 2014

LA ORACIÓN ES EL MOTOR DE LA VIDA

Dejamos atrás el capítulo 7 de Vida, y nos adentramos ahora en la segunda etapa del camino de conversión de Teresa, capítulo 8 de VIDA, y que vamos a titular así, con palabras de la misma Teresa: 

"EL BIEN QUE TIENE QUIEN SE EJERCITA EN LA ORACIÓN"

Cuando Teresa recuerda los años vividos los compara con un "mar tempestuoso", y resume su estado de ánimo con una frase genial: 

"Ni yo gozaba de Dios, ni traía contento en el mundo. Cuando estaba en los contentos del mundo, en acordarme de lo que debía a Dios, era con pena; cuando estaba con Dios, las afecciones del mundo me desasosegaban" (8, 2). 

Guerra interior, poco ánimo, traición, olvido de que Dios siempre nos mira, son imágenes que Teresa utiliza para trasmitir lo que sentía entonces. "Siempre estamos delante de Dios", dice Teresa, pero aquel que tiene oración entiende más que "están viendo que los mira". Había tiempos en que Teresa se enmendaba, dedicaba más tiempo a la oración, evitaba el pecado, hacía buenas obras, pero luego flaqueaban sus fuerzas. Eso sí, nunca dejó del todo la oración.
 En este octavo capítulo Teresa desarrolla la siguiente tesis: 

La oración es el motor de la vida, el agua viva necesaria, imprescindible, para no perderse entre las luchas del mundo. Ser fiel al trato con Dios constituye el drama de la vida de Teresa, bajo esa luz se entiende toda su existencia. Tratar o no tratar con Dios decide la suerte del ser humano, sus ascensión o envilecimiento. Desde este principio Teresa universaliza su propia experiencia y desarrolla el típico matiz que ella da a la oración: orar es tener amistad con Dios como experiencia vital, como reacción personal entre dos.

Para entonces Teresa tenía ya 39 años.
Es aquí donde aparece el concepto teresiano de amistad que ya citamos antes, y que volvemos a transcribir:

"No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama".

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...