jueves, 15 de mayo de 2014

¿MIEDO DE TERESA?


Xabier Pikaza, al comentar un texto sobre "Teresa de Jesús y el hombre de hoy", apunta con esta frase un peligro que corremos siempre en las grandes celebraciones y homenajes:
 "El mismo proceso eclesial de exaltación puede esconder el intento de quedar inmunizados ante el choque hiriente de su vida; se canonizó a Teresa pronto (1621), pero muchos preferían que la libre savia de sus ramas se secara; se la ensalza como nunca, pero el reto de su vida creadora de reformas e inquietudes queda mejor lejos, soterrado tras las siete llaves de una historia camuflada, o mejor, domesticada. ¿Sabéis? En el fondo tengo miedo de Teresa. Miedo ante aquello que sentiría, enseñaría, emprendería en una encrucijada de oración y humanidad como la nuestra".

Pikaza, en su comentario, distingue estos tres momentos:
1. Teresa es, ante todo, un testigo de oración.
2. Teresa es, en segundo lugar, maestra de oración.
3. Teresa es, en tercer lugar, compañera de oración.

Es TESTIGO DE ORACIÓN, porque se ha dejado hallar por Dios y no lo ha lamentado. Ha descubierto la presencia del Señor en las entrañas de su entraña, en el tuétano del alma y así lo ha presentado ante los hombres, sin miedo ni vergüenza en un impresionante reto de fidelidad ante el misterio y de osadía ante los hombres.

ES MAESTRA DE ORACIÓN porque su magisterio sólo puede interpretarse en función de su experiencia. Ella no quiere trasmitir doctrinas, ni establecer verdades generales,  y no pretende hablar desde los libros. Ciertamente sabe hablar y sabe lo que dicen los autores de su tiempo, ha leído y ha entendido más de lo que puede hoy parecernos. No es inculta, iliterata. Pero en llegando a lo esencial toda esa "nube de saber" se le convierte en ignorancia... y abandona las doctrinas anteriores de los sabios y los libros, y decide trasmitirnos el sentido de su encuentro con Jesús que ha muerto y resucitado. Esta es su esencia, de aquí fluye su verdad y su palabra.

Es COMPAÑERA DE ORACIÓN, dice Pikaza, y aquí sabe que resulta polémica su visión, pues para él Teresa  no encontró compañía verdadera en su camino oracional, a pesar de sus fundaciones y amistades espirituales. Y lo que es más significativo, afirma que en este sentido la reforma de Teresa quedó a medio camino, al igual que otras reformas de la Iglesia.

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...