pecados para no hacer lo que te
ando pidiendo, haz en el
los, Dios mío, tu voluntad, que es lo que yo más
quiero, y
ejercita tu bondad y misericordia y serás conocido en ellos.
Y si es
que esperas a mis obras para por ese medio
concederme mi ruego, dámelas tú y
óbramelas, y las penas
que tú quisieres aceptar, y hágase. Y si a las obras
mías no
esperas, ¿Qué esperas, clementísimo Señor mío? ¿Por qué
te tardas?
Porque si, en fin, ha de ser gracia y
misericordia la que en tu Hijo te pido,
toma mi pobreza
pues la quieres, y dame este bien, pues que tú también lo quieres.
¿Cómo se
levantará a ti el hombre engendrado y criado en
bajezas, si no le levantas tú,
Señor, con la mano que le
hiciste?(Y es que)
Míos son
los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes,
los justos son míos, y míos
los pecadores; los ángeles son
míos, y la Madre de Dios y todas las cosas son
mías, y el
mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo
para mí.
Pues ¿Qué
pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto y
todo es para ti.
No te
pongas en menos ni repares en migajas que se caen
de la mesa de tu Padre. Sal
fuera, y gloríate en tu gloria;
escóndete en ella y goza, y alcanzarás las
peticiones de tu
corazón."
Amén.