"Cuando llega la noche (o el fin de año), y una mirada retrospectiva nos hace ver que apenas hemos realizado una mínima parte del trabajo que nos habíamos propuesto, y que es mucho lo que nos queda por hacer... Cuando esta constatación nos produce vergüenza y dolor... tomémoslo todo tal como es. Pongámoslo en las manos de Dios y confiemos en Él. Sólo así podremos conseguir el descanso verdadero y comenzar el nuevo día (año) como si fuese una nueva vida".
"No sabemos ni debemos preguntarnos antes de tiempo a dónde nos conduce el Niño Dios en esta tierra. Sólo sabemos que aquellos a los que el Señor ama les sucede todo para bien".
"¿A dónde nos conduce Dios? No lo sabemos. Sólo sabemos que Él nos conduce".
Edith Stein