lunes, 6 de enero de 2014

UNIVERSIDAD DE LA MÍSTICA EN LA CIUDAD DE SANTA TERESA

La mística teresiana hecha universidad

Santa Teresa de Jesús definió el alma como «un castillo todo de un diamante». Era el inicio de una obra que acabaría por convertirse en una de las más altas cumbres de la mística universal. Aquel castillo, aquellas moradas, las construía la religiosa abulense trabando en el aire en el siglo XVI palabras de ecos certeros. Figuras, metáforas, que sin embargo acabaron por tomar forma material con el correr del tiempo. Estaban, claro, los conventos –los fundados por la Santa y los muchos que vinieron después–, pero la orden carmelita decidía a comienzos de este siglo construir un espacio con la misión específica de abrir al mundo una ventana a esa espiritualidad teresiana. Surgía así un curioso edificio con forma de astro a pocos metros de la muralla de Ávila, la misma que vio crecer a Teresa de Cepeda y Ahumada. Nacía el CITeS.

El Centro Internacional Teresiano Sanjuanista es una llamativa estrella verde que se levanta delante de la estampa más típica del arrabal abulense. Si la forma sorprende al visitante que se acerca por primera vez, recorrer su interior no es menos llamativo. Un trazado aparentemente laberíntico en el que siguiendo líneas sinuosas salen al paso aulas, bibliotecas, fuentes, esculturas, espacios para el encuentro y la reunión y zonas para la meditación y el retiro. Tampoco faltan áreas de esparcimiento con jardines, comedor, la inevitable sala multimedia e incluso un gimnasio.

Importa la forma, pero sobre todo importan las posibilidades de este espacio, que desde su inauguración oficial funciona como ‘universidad de la mística’. Su director, Javier Sancho, destaca que «lo importante es que el CITeS está formado por un inagotable historial de recorridos que de la mano de esta arquitectura propicia para un acercamiento al estado contemplativo».

Y es que en este peculiar edificio todo está distribuido para invitar al pensamiento, la reflexión y la espiritualidad, pero sin perder de vista el objetivo fundacional de la institución: promover el estudio científico de la mística de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

«No somos una universidad en el sentido corriente o más habitual de la palabra», explica Javier Sancho, que señala que «nos centramos en esa otra connotación histórica, un concepto que refleja un compromiso de ahondar en un estudio especializado pero desde lo universal, porque si hablamos de mística hablamos de una dimensión que afecta a todo lo humano».

La pregunta es qué cabida puede tener hoy un llamamiento a formarse en mística, a ahondar en la espiritualidad de los santos carmelitas en un momento como éste. «Uno puede pensar que estamos ante un fenómeno de minorías, pero esto cada vez es menos cierto, la mística amplía cada vez más el horizonte de las personas que se sienten atraídas por ella», explica el director del CITeS, quien subraya que «hablar de mística no es hablar de devoción o milagros, es proponer un acercamiento a una realidad espiritual que es especialmente atractiva hoy, cuando muchas personas han constatado que la felicidad no estaba en lo inmediato, en lo material, y han pensado que quizá puedan buscarlo en lo trascendente». Una afirmación respaldada por datos sorprendentes. En los últimos años, y en especial tras el estallido de la crisis, el centro no ha dejado de crecer en alumnos que se inscriben en el máster en Estudios de la Mística que se imparte dentro de la Universidad Católica de Ávila o que participan en las decenas de cursos que se ofrecen.

10.000 estudiantes

Si en los primeros años de andadura del CITeS, el número de asistentes se contaba por decenas, en 2012 el centro acogía ya rondaba las 5.000 personas. Cuando acabe este 2013, la cifra se habrá duplicado. Más de 10.000 personas de 70 nacionalidades habrán accedido a la oferta formativa en sus distintas modalidades (coloquios, charlas, conferencias, convivencias, retiros) y de ellas más de 5.000 habrán residido en el propio edificio carmelita.

«Vivir con nosotros es una opción que resulta llamativa para muchas personas», prosigue Javier Sancho, que afirma que «no hay que pensar en un usuario del CITeS que sea forzosamente carmelita o que pertenezca a otras órdenes religiosas, hay mucha gente, cada vez más que procede del mundo laico: aquí vienen médicos, arquitectos, abogados y personas sencillas a las que simplemente abrimos las puertas para que no estén solos, por ejemplo en Navidad».

El director afirma que entrar en una casa carmelita, como al fin y al cabo es el CITeS, es un reflejo de «un modo de ser de esta orden con un carisma espiritual, pero que vive de forma muy intensa valores como la fraternidad, la hospitalidad y la sencillez. Esa es la esencia de nuestra vida y ese es el valor que ofrecemos», concluye el director.

Oasis para espíritus inquietos

Sencillez y autenticidad son también para el vicario general de la orden, el padre Emilio Martínez, las claves por las que un centro como el CITeS encuentra ahora una acogida entusiasta en un universo cada vez más amplio. «Los ideales de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz son un auténtico oasis para personas de espíritu inquieto, que saben que detrás de lo que nos habían prometido estos años de atrás realmente no había nada auténtico».

Un mensaje espiritual escrito en el siglo XVI y que, al parecer, no solo no ha perdido fuerza sino que retoma impulso. «Las personas que aquí y en todo el mundo se acercan a nuestros místicos se encuentran un modelo de vida justo contrario del funcionamiento de la especulación y la prima de riesgo; los mercados buscan una debilidad para atacar y enriquecerse, Santa Teresa de Jesús habla de una vida que no se entiende sin estar al servicio del otro, sin la solidaridad, sin la sencillez», asegura el padre Emilio, que pregunta «¿cómo no va a resultar atractivo hoy este mensaje?».

Una interrogación lanzada desde un espacio que sintetiza desde su rincón en Ávila la presencia en la tierra de «un ejército formidable» de más de 13.000 monjas y 4.000 frailes carmelitas en los cinco continentes.

Un ejército con la tarea de poner «alma a la ciencia» y de hacer llegar al mundo el mensaje revolucionario de Teresa de Jesús, impulsado por la celebración en 2015 del quinto centenario de su nacimiento.

Francisco Gómez, Salamanca.
"El Norte de Castilla"

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...