CUARTAS MORADAS. Aquí se estrena vida. Cambio de
protagonista: Dios asume la iniciativa y el hombre lo advierte y experimenta.
“Comienzan a ser cosas sobrenaturales”. Son moradas de transición o
fronterizas. Tres capítulos.
Aquí
aparece la “oración de recogimiento” y la “oración de quietud”.
La
persona tiene una oración meditativa gustosa, regalos y contentos. A ellas les
dice: Que no son mejores por eso, que van bien, que es bueno pensar en los
misterios de la fe mientras se ora, pero que deben dejar hablar al alma con
libertad y espontaneidad, y si Dios interviene dejar la meditación. IMPORTANTE
AQUÍ: La
sustancia de la oración no está en el pensar sino en el AMAR. Por
eso, lo más les despierte a amar, eso hagan. El amor es la sustancia de la
oración.
Aquí habla sobre las DISTRACCIONES en la oración, y dice: Sólo Dios puede atar y sujetar la imaginación, y eso sólo sucede al final del camino. No podemos detener nuestros pensamientos, las distracciones tienen origen diverso… seamos pacientes. No se inquiete, persevere en la oración, con el entendimiento y la voluntad. La imaginación no impide la oración: podemos pensar que estamos muy distraídos, y estar muy en comunión con Dios. En la oración nunca hay tiempo perdido.
ORACIÓN DE RECOGIMIENTO: Es sobrenatural. Obra de Dios que recoge e interioriza al hombre disperso y derramado. Fortalecimiento del alma y el mundo interior y debilitamiento del poder de los sentidos. Centramiento de la persona: no es cuestión psicológica, sino actitud teologal. Es el puente entre oración ascética (meditativa) y oración mística (de quietud).
ORACIÓN DE QUIETUD: La comunicación divina se hace más intensa y profunda, gratuita, Dios la da a quien quiere. Por mucho que nos esforcemos meditando no viene, no se merece. Es algo profundo, que deja paz y gozo interior. No suspende las potencias, sólo embebidas. Es la voluntad la que se une a Dios, puede haber pensamientos que importunan. EFECTOS DE ESTA ORACIÓN: Ensanchamiento de todo nuestro interior, se procede en las cosas con más anchura, valentía y coraje. Mejoramiento de virtudes. El alma más receptiva, más capaz.
CRISTO:
Buen Pastor., Amor Crucificado.
CLAVES BÍBLICAS: Salmo 118, “dilataste mi corazón”, Mateo 20, 14-15: Parábola de los obreros. Filipenses 4, 13: Todo lo puedo en Cristo…