SEGUNDAS MORADAS: Las de LA LUCHA Y LA
PERSEVERANCIA. La persona ha avanzado, mas por eso ahora es más doloroso el
camino, hay una tensión fuerte entre dos mundos enfrentados entre sí. Entienden
ya las exigencias de Dios y experimentan su impotencia para responder como
quisieran. Comienzan a tener vida de oración.
Aquí la
esperanza es que Dios está con nosotros, él nos toma de la mano cuando nos
adentramos en este camino. Es muy BUEN VECINO, nos ama, es PACIENTE con
nosotros, sabe esperarnos, nos cura.
El ser humano ha de entrar en un camino de DISCIPLINA espiritual. Rechazar el egoísmo. Para ello debe PROCURAR PONER LOS OJOS EN CRISTO. Mirarle, no mirarnos. No rendirse en este deseo de adentrarnos en el Castillo, aunque encontremos dificultades. Abrazar la cruz de Cristo. Procurar un amor limpio, gratuito y desinteresado, exigencias de esta amistad. No es que Cristo haga mi voluntad, sino buscar nosotros la voluntad suya. Vale mucho aquí NO DESANIMARSE, COMPARTIR CON PERSONAS DE EXPERIENCIA ESPIRITUAL, confiar mucho en la MISERICORDIA de Dios. No hacerse violencia, ir despacio, proceder con suavidad y discreción en las cosas del espíritu.
CRISTO: aquí le miramos crucificado. Orar es mirarle, considerar su vida. Dos frases: “Ninguna irá al Padre sino por mí” y “quien me ve a mí, ve al Padre”.
Buscar gustos en la oración es edificar sobre
arena Orar en los momentos de tentación. Seguir a Cristo también en el dolor,
en la cuesta.
Tipología:
el hijo pródigo. Los soldados de Gedeón.
En Resumen: La vida de oración tiene una dimensión difícil, mortificante. Buscar a Dios implica purificación y disciplina también, para superar un estado anterior de dispersión y exterioridad. Salir del egoísmo para darse a Dios. Tentación de claudicar, de abandonar, de volver atrás. Teresa invita a la PERSEVERANCIA, palabra clave de esta segunda morada. Dios espera y valora nuestro esfuerzo y disponibilidad. Salir de nosotros, para abrirnos al OTRO, y abandonarnos a sus iniciativas (Abrazar la cruz). Apuntalar el castillo sobre la CONFIANZA EN DIOS y desconfianza en sí mismo. No estar solos, buscar ayuda, aprovechar letras.