"Consideremos
que es nuestra alma como un castillo todo de diamante o muy claro cristal,
adonde hay muchos aposentos. Si lo pensamos bien, no es otra cosa el alma del
justo sino un paraíso donde Dios dice tener sus deleites. No hallo yo otra cosa
con que comparar la gran hermosura de un alma. Apenas llegan nuestros
conocimientos a comprenderlas, así como no pueden comprender a Dios, pues Él
mismo dice que nos creó a su imagen y semejanza. Este castillo tiene muchas
moradas".
(Santa Teresa,Moradas)