viernes, 24 de mayo de 2013

MIS TRES, MI TODO..... UNA ORACIÓN AL DIOS UNO Y TRINO



ORACIÓN A LA TRINIDAD, de Santa Isabel de la Trinidad

    ¡ Oh, Dios mio, Trinidad a quien adoro! Ayúdame a olvidarme totalmente de mí para esta establecerme en ti, inmóvil y tranquila  como si mi alma viviera ya en la eternidad. Que nada pueda alterar mi paz, ni apartarme de Ti, oh, mi Inmutable, sino que, cada momento de mi vida, me sumerja más profundamente en tu divino Misterio.
Pacifica mi alma. Haz de ella tu cielo, tu morada predilecta, el lugar de tu descanso. Que nunca te deje solo sino que, vivificada por la fe, permanezca con todo mi ser en tu compañía, en completa adoración y entregada, sin reservas, a tu acción creadora.  
   
¡ Oh, mi Cristo adorado, crucificado por amor ! Quisiera ser una esposa para tu corazón. Quisiera glorificarte y amarte... hasta morir de amor. Pero reconozco mi impotencia. Por eso, te pido que me revistas de Ti mismo, que identifiques mi alma con todos los sentimientos de tu alma, que me sumerjas en Ti y que me invadas ; que, tu ser sustituya mi ser para que mi vida sea solamente una irradiación de tu propia vida. Ven a mi como Adorador, como Reparador y como Salvador.
   ¡ Oh, Verbo eterno, Palabra de mi Dios ! Quiero pasar mi vida escuchándote. Quiero permanecer atenta a tus inspiraciones para que seas mi único Maestro. Quiero vivir siempre en tu presencia y morar bajo tu luz infinita,  a través de todas las noches, vacíos y fragilidades. ¡ Oh, mi Astro querido! Ilumíname con tu esplendor fulgurante de tal modo que ya no pueda apartarme de tu divina irradiación.  
  
¡Oh, Fuego abrasador, Espíritu de amor!, desciende a mi para que se realice en mi alma como una encarnación del Verbo. Que yo sea para Él una humanidad suplementaria donde renueve su misterio. Y, Tú, ¡oh Padre!, protege a tu  pobre y débil criatura. Cúbrela con tu sombra. Contempla solamente en ella a tu Hijo muy amado, en quien has puesto tu complacencia.  


   ¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo! Me entrego a Tí como victima. Sumérjete en mi para que yo quede inmersa en Tí, en espera de ir a contemplar en Tu luz, el abismo de toda tu grandeza.

ISABEL DE LA TRINIDAD, ocd

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...