viernes, 17 de mayo de 2013

SAN JUAN DE LA CRUZ: LUGAR DE LO INTELECTUAL EN EL CARMELO



Si revisamos la biografía de San Juan de la Cruz y en especial su período universitario, vamos a encontrar algunos elementos interesantes para comprender mejor su propuesta espiritual. La llamada “observancia”, promovida por el P. Doria en el Carmelo Descalzo pareció tener en Juan de la Cruz un importante paladín. Pero, hasta qué punto es eso cierto? La biografía del santo, ya lo hemos dicho, está aun incompleta. Sus hagiografías buscan siempre presentarnos un modelo y no tanto a una persona humana que se labra a golpes de martillo, el de la Gracia, para alcanzar la santidad. Por ejemplo, en la vida de San Juan de la Cruz escrita por el P. Quiroga en 1628 este aparece como no penitente, no apostólico, sino puramente contemplativo. En 1641 Ezquerra nos ofrece un retrato de Juan de la Cruz como penitente y observante, y así sucesivamente. Luego del concilio Vaticano II sus biógrafos insisten más en un hombre de posiciones humanistas, apostólico y orante.

En Juan de la Cruz coexisten elementos contrarios que se conjugan en diferentes momentos de su vida: sensorialidad imaginativa, contemplación, ascesis, intelectualidad, humanismo. El santo vivió 37 años en Castilla la Vieja, 2 años en Castilla la nueva, y 10 años en Andalucía; si cotejamos cada uno de esos sitios donde vivió caemos en la cuenta de que estuvo en sitios apartados unos 3 o 4 años, mientras que durante 20 años vivió en lugares muy poblados. El arquetipo de un Juan de la Cruz eremítico y retirado no parece que sea cierto.

En esta época el noventa por ciento de la población era analfabeta y lo era por supuesto la familia del santo, quien recibe la oportunidad de formarse en el Colegio de los doctrinos, para luego educarse con los jesuitas, de los que recibe una formación humanista y latina. Por contraste, Juan combina estudios con el trabajo en el hospital de sifilíticos. Finalmente encontramos a Juan de la Cruz en el ambiente de la más importante Universidad del ámbito español de su tiempo: Salamanca. Habían unos 6000 estudiantes, y eran frecuentes los conflictos y bandos intelectuales, y la presencia inquisitorial. En 1558, mientras los estudiantes exigen que se enseñe más Biblia en la universidad, Juan abandona sus estudios y se va a Duruelo para comenzar la reforma teresiana en los frailes.

Juan es deudor, por supuesto, de una mentalidad. Para el rey español, figura importante de las reformas eclesiales de la época, religioso es sinónimo de penitente; en Juan de la Cruz está un deseo urgente de irse a la Cartuja. Ello suponía renunciar al estudio de la teología escolástica y renunciar a las probabilidades de promoción social. Cuando Teresa le conquista para su ideal Juan veía las cosas de esa manera, pero luego le vemos en Pastrana, intentando mitigar excesos penitentes del maestro de estudiantes, y en Alcalá dirigiendo y animando el colegio. De Duruelo a Alcalá hay un camino, un proceso, una conversión en Juan de la Cruz. (Continuará…)

El carmelita Fray Juan de la Cruz vive diversas etapas en su andadura religiosa, intelectual y espiritual. Veamos algunos datos al respecto:

 En Ávila: Ciudad textil con unos 15 000 habitantes, 20 % de nobles. Fue allí confesor de la Encarnación. Es una de las etapas más importantes en la vida del santo, y en la clarificación de su camino personal. Comparte y confronta a Teresa, que ya es una mujer madura, y tiene escritos Vida y Camino. Esta etapa tendrá un final crítico en la batalla con los Calzados y la cárcel de Toledo.

Baeza: Entre 1579 y 1581. Andalucía, geografía fascinante. Sensorialidad subida. En el siglo XVI Baeza era una ciudad muy importante. (25 000 habitantes, más que Ávila, Medina o Salamanca). Población muy conflictiva y mezclada: judeoconversos, moriscos, oligarquías nobiliarias potentes, abundante clero). Zonas de exaltación religiosa y búsqueda de experiencias particulares. Conflictos con la Inquisición.

 A este sitio es enviado Juan de la Cruz, para fundar un colegio de estudiantes, similar al de Alcalá, asociado a la universidad. Aquí Juan es un letrado moderado frente a la sensorialidad desbordada de Andalucía. De este período es el corpus de sus obras.

 Granada: Entre 1582 y 1588. Más poblada aun que Baeza: 33 000 habitantes. Arquitectura islámica. Presencia morisca. Autos de fe. Tenía también una universidad. Allí Juan será Prior de los Mártires (zona de poco tránsito) y vicario provincial de Andalucía. Comunidad sin estudiantes, iglesia de poco culto. Es un territorio campestre e idílico. Es una etapa de libertad sensitiva en Juan de la Cruz, con viajes más frecuentes, salidas campestres y grandes distancias. De esta época hay más testimonios de la dirección espiritual del santo. Poco gusto por los sermones, más intimista. Escribe mucho. Es una etapa de poca sociabilidad, desarrollando su más importante actividad literaria y redactando la casi totalidad de sus obras en prosa.


IMPORTANTE:

 A modo de resumen podemos decir acerca del Juan de la Cruz que era:

1- Pobre marginal, con una educación privilegiada.

2- Retirado y contemplativo, que reside en las villas más pobladas.

3-Amante del silencio, con un fortísimo magisterio oral, y abundante obra escrita.

4- Tendencia a lo sobrio, pero de una gran sensibilidad, una erótica del sentido.

5- Formación escolástica y dialéctica, pero también importante formación humanista.

6- Mística de la negación, y a la vez autor del Cántico, que es una explosión sensorial.

7- Poeta y escolástico.

FRANCISCO HABLA DE TERESA

“En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida ...